Los espectáculos y terapias con delfines están prohibidos a partir del pasado sábado 5 de mayo en la Ciudad de México y los delfinarios tendrán de tres a seis meses para reubicar a los animales en otros recintos o enviarlos a santuarios.
Lo anterior luego de la publicación ayer en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México del “Decreto por el que se adicionan, derogan y reforman diversas disposiciones de la Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México y de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en el Distrito Federal”, que oficializa la prohibición de la explotación de mamíferos marinos en actividades de espectáculo, manejo, adiestramiento, entretenimiento y terapia.
La organización Animal Héroes recordó que fue en agosto de 2017 cuando, después de intensas campañas, la Asamblea Legislativa aprobó por unanimidad la prohibición de espectáculos con mamíferos marinos, al igual que la prohibición para realizar manejo, adiestramiento, entretenimiento o terapias, acordando que en caso de que algún delfinario decidiera continuar con estas prácticas se haría acreedor a una multa de poco más de 300 mil pesos.
Destacó que en la Ciudad de México sólo queda un delfinario en Six Flags, con cuatro delfines y siete lobos marinos, que deberán ser reubicados en cualquiera de las nueve instalaciones con las que cuentan el centro de diversiones en el país.
Explicó que al ser animales nacidos en cautiverio o capturados hace más de 10 años, no podrán ser reintroducidos a su hábitat natural.
La agrupación defensora de los animales detalló que en México más de 320 delfines viven en pequeños estanques y piscinas, «en donde son obligados a realizar trucos ajenos a su naturaleza todo el día, todos los días».
La estrategia que propone para eliminar el cautiverio de delfines a nivel federal es a través de la campaña Salvemos a los Delfines que consta de tres etapas:
Etapa 1: Detener los proyectos legislativos que buscan reproducir a más de 200 delfines y proteger la industria de los delfinarios por lo menos durante otros 80 años.
Etapa 2: Reformar la Ley General de Vida Silvestre para prohibir la reproducción de delfines en cautiverio, su captura y mejorar sus normas de bienestar mientras vivan ahí.
Etapa 3: Promover y apoyar los planes para construir santuarios, asegurando que haya un lugar para que los delfines retirados vivan en paz.
Fuente: Excelsior