La pandemia de COVID-19 está noqueando a las organizaciones de la sociedad civil, que a su vez protegen a algunos de los sectores más vulnerables de la sociedad como niños y mujeres.
En 2018, las OSC recibieron alrededor de 2 mil 700 millones de pesos de la administración pública federal, de acuerdo con cifras oficiales, es decir, un 50% menos que el año anterior.
Ese recurso fue repartido entre 2,075 organizaciones, lo cual indica que cada una recibió en promedio poco más de 2 millones de pesos.
A la reducción el presupuesto que han experimentado en los últimos años, ahora se suma la contingencia que les está dando un duro golpe, advirtió Gonzalo Taddei, presidente de Central de Fundaciones (Cedefu)
Muchas de las donaciones que recibían constante se están contrayendo o se están reteniendo por el nivel de incertidumbre que existe; entonces, las fundaciones estamos levantando la mano para pedir que esas donaciones se mantengan, porque las consecuencias de no mantener el apoyo que se les está dando a las organizaciones puede ser algo muy perjudicial para nosotros como sociedad”, alertó
En entrevista, señaló que la crisis actual generará mayor demanda de apoyos para la población más vulnerable, por el proceso de precarización por el que pasará el país
Ante ello planteó que las secuelas sociales de la crisis económica y de salud que se viven en México dejarán cicatrices, que requerirán más que nunca el apoyo de las organizaciones de la sociedad civil.
Tenemos fundaciones que apoyan causas de niños que van desde violencia a niños menores de edad, vemos temas de pacificación, control de emociones, niños con necesidades especiales, por ejemplo, de autismo y Asperger, niños con enfermedades como cáncer, casas hogares; hay otras organizaciones enfocadas a reconstruir el tejido social, desde comedores comunitarios, pasando por rehabilitación de espacios; hay otras que ven por el medio ambiente, por las mascotas, la gama es muy amplia”, detalló
En este contexto hizo un llamado urgente a la iniciativa privada a través de sus organizaciones empresariales y al gobierno federal a cerrar filas y a tomar con responsabilidad el problema.
Excelsior
