Con el avance de la pandemia del COVID–19, guantes de látex o plástico, cubrebocas y pañuelos desechables aparecen cada vez de manera más recurrente en las calles, estacionamientos de supermercados, afuera de hospitales o en los bordes de las carreteras de casi todo el mundo.
A esta problemática se suma la alta derrama de desechos que provoca en los hospitales el uso de equipo desechable de protección médica para atender a los enfermos por la pandemia. La OMS estimó que serían necesarias 89 millones de mascarillas médicas por mes en todo el mundo, así como 76 millones de pares de guantes.
Una mujer de Connecticut, Estados Unidos, publicó una foto de una colina cubierta de hierba llena de docenas de guantes desechados. Escenas similares se están desarrollando en todo EU, desde Sacramento hasta Southampton, Nueva York.
Allison Ogden-Newton, directora de la organización Keep Britain Tidy, describió desde Londres escenas de calles llenas de guantes desechables usados y máscaras faciales como “desgarradoras, equivocadas e irreflexivas” porque pueden albergar el coronavirus.
La organización London Recycles dice que los artículos que han sido contaminados con COVID-19 deben mantenerse separados de otros desechos durante tres días y en una bolsa doble antes de sacarlos para su recolección.
Una trabajadora del servicio de limpieza municipal de Madrid escribió en Twitter: “Así he empezado hoy mi jornada laboral, con montones de bolsas de basura fuera, y guantes y mascarillas tirados en el suelo. Muchas gracias por (no) pensar en lxs barrenderxs (Asamblea de barrenderos). Están exponiéndonos aún más…”
Ocean Asia informó que en su visita (marzo) a la zona costera de Hong Kong, encontró más de 70 cubrebocas en 100 metros de playa, lo que evidencia la rapidez con la que estos desechos llegan al mar.
Según The Washington Post, la basura contaminada con fluidos corporales se está convirtiendo en una preocupación para los hospitales en Estados Unidos.
En Wuhan, China, no sólo construyeron nuevos hospitales; tuvieron que levantar una nueva planta de desechos médicos. La producción diaria de desechos médicos alcanzó 240 toneladas métricas.