La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas (PAN) extendió hasta mañana el receso de la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, que a lo largo del día tuvo dos interrupciones más a raíz del diferendo infranqueable entre la mayoría de Morena y sus aliados con la oposición conformada por el PAN, PRI, MC, PRD y algunos legisladores del mayoritario grupo de Morena, por un cambio a la Minuta de reforma a la Ley de Instituciones de Crédito, que implica hasta el momento el retorno de ese documento al Senado de la República.
Esta tarde, pasadas las cinco de la tarde el pleno de la Cámara de Diputados se tornó un campo de batalla política entre ambos bandos, cuando la oposición defendió su voto mayoritario a favor de incluir en la minuta el artículo 116 Bis-2 que acota la pretensión de Morena y sus aliados, por aplicar la extensión de dominio sobre las cuentas de personas físicas y morales.
La minuta, devuelta por el Senado de la República con una serie de modificaciones que se pretendía fueran avaladas por la mayoría del partido en el gobierno, no transitó en ese sentido porque los diputados de Morena –que se han distinguido por no asistir a plenitud a las sesiones ordinarias-, reiteraron ese comportamiento y su ausencia permitió a los panistas y priístas, que aprovecharon la inconformidad de los diputados de Morena relacionados el grupo caciquil de Gerardo Sosa Castelán, conformar una mayoría de coyuntura que se impuso en la votación nominal en el tablero electrónico de San Lázaro.
Esa votación generó, minutos después, una reacción inusual en el coordinador de Morena, Mario Delgado, quien no previó organizar a sus compañeros para garantizar, sin problema, la aprobación de la minuta, y en un arrebato acusó a la presidenta cameral de actuar extrañamente, no dejando correr mas segundo para seguir contabilizando votos, una vez que se habían agotado los tres minutos que se concedieron a los legisladores para votar.
De ahí, en su desesperación, Delgado subió a la tribuna cameral, una vez que Laura Rojas decretó la inclusión del articulo votado a favor en el cuerpo del dictamen, y sin mediar las formas el morenista le manoteo señalándola con el dedo índice.
La oposición festinó el triunfo en la votación –una de las pocas que ha ganado en el pleno-, y la presión de Morena se desbordó en un zafarrancho, justo en la presidencia cameral, donde Mario Delgado aún se encontraba, y mientras subía de tono el ánimo y los empujones entre morenistas y panistas, junto a Laura Rojas y Dolores Padierna se evadió del sitio.
Así se decretó el primer receso. Al concluir una hora después, el tema de fondo, que es la aprobación del nuevo artículo inscrito por orden de la presidenta de la Mesa Directiva, se volvió irresoluble, y por más argumentos leguleyos de algunos diputados, y otros más sustentados en la ley, no se avizoró solución al gazapo legislativo que se había concretado antes.
Así, devino el segundo receso, que se extendió cuatro horas más, y pasadas las nueve, una vez que la Mesa Directiva, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y la Dirección de Asuntos Parlamentarios debatieron sin éxito cual sería solución, Laura Rojas regresó a la presidencia, y tras sonar la campañilla para la ocasión, reanudó la sesión para de inmediato, sin más declarar un receso para mañana a las diez horas.
La Jornada
