El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, defendió la conformación de la guardia nacional señalando que se trata de un cuerpo diseñado para proteger a la sociedad, sin que se pretenda hacer de lado a las policías estatales y municipales.
“La policía federal carece de suficientes elementos para satisfacer las demandas de los gobiernos locales que solicitan la presencia de la federación, ahí está entre otras razones el origen de la guardia nacional. Es triste reconocer que hay generaciones que desde que nacieron solo han conocido un país violento; no podemos seguir así”, dijo.
Durante la sesión del Consejo Nacional de Seguridad, el funcionario señaló que la sociedad mexicana está profundamente lastimada por la violencia y que los ámbitos de la vida social y económica están siendo afectados por la delincuencia.
«Más allá del narcotráfico y el crimen organizado, la vida del ciudadano está impactada por los delitos del orden común. Proponemos pasar de un concepto militar de combate a la violencia a uno de carácter consistente en construir la paz a partir de garantizar empleo, salud, bienestar, educación especialmente en las comunidades donde los criminales se han convertido en la autoridad”, explicó.
En ese sentido anunció las diez líneas estratégicas para la asignación de recursos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) que asciende a 11mil millones de pesos para las entidades.
Los programas específicos son capacitación, profesionalización y certificación de policías; equipamiento policial y de instituciones; creación o fortalecimientos de unidades de inteligencia financiera en los estados; creación o fortalecimiento de los servicios médicos forenses.
Así como apoyo al sistema penitenciario y de ejecución de medidas para adolescentes, interconexión de los sistemas de información federales, estatales y municipales; actualización y fortalecimiento de la red nacional de radiocomunicación; fortalecimiento tecnológico del Registro Vehicular; sistema de vigilancia y geolocalización y el impulso a un modelo nacional de policía.
Fuente: La Jornada
