Tras el éxito de Creed y, especialmente, de Black Panther, con un personaje que le podría llevar al Oscar, a Michael B. Jordan le llueven las propuestas, pero quiere ser meticuloso: «Quiero los papeles que ofrecen a Brad Pitt o Leonardo DiCaprio», dijo el actor californiano.
No solo aspiro a esos grandes papeles que ofrecen a Denzel Washington. Quiero ir más allá. Quiero los papeles que ofrecen a Brad Pitt, Ryan Gosling o Leonardo DiCaprio. Y creo que me está yendo bastante bien así», reconoció la estrella de 31 años.
«Los papeles vienen con ideas preconcebidas por parte de quienes los escriben. Y yo quiero combatir esa idea. Vivimos en un tiempo perfecto para apostar por personajes ricos, independiente de la raza de quienes los interpreten. Creo que vamos a ver mucho más de eso en el futuro», apuntó.
Esa es la confianza que desprende Jordan, que dio sus primeros pasos como actor en series como The Sopranos o The Wire.
Pensé que mi carrera había terminado cuando me mataron en ‘The Wire'», dijo entre risas. «Tenía 15 años, pero aprendí mucho de aquella experiencia. Nunca tuve un plan B», señaló.
Jordan estrena este miércoles Creed II, dirigida por Steven Caple Jr., donde vuelve a encarnar al boxeador Adonis Johnson, hijo de Apollo Creed, amigo y antiguo rival de Rocky Balboa, de nuevo interpretado por Sylvester Stallone en este cruce de sagas.
En esta ocasión, Johnson, en la cúspide de su carrera y asumiendo nuevas responsabilidades familiares, se enfrentará a Viktor Drago, hijo de Ivan Drago (Dolph Lundgren), el hombre que acabó con la vida de su padre sobre el ring.
Para Jordan, la principal razón por la que decidió rodar esta secuela —esta vez sin su director fetiche, Ryan Coogler— fue el crecimiento que observa en su personaje.
«No fue fácil para mí. Pensé que sería Ryan quien la hiciera, pero me convenció ver la trayectoria del personaje. Es alguien en plena lucha interior, huyendo de la sombra de su padre y en busca de sí mismo», señaló Jordan, a quien le atrajo también el énfasis en el ámbito familiar de la historia.
«Ahora es padre y eso es algo que, de forma natural, extrae todas sus inseguridades. Él no tuvo una familia estable y quiere darle a su hija todo lo que a él le faltó», valoró.
La primera Creed fue un éxito —especialmente en EU— y recaudó más de 170 millones de dólares a partir de un presupuesto de 35 millones. Para Jordan, mantener las referencias a la saga de Rocky sigue siendo importante para conectar con la audiencia más madura.
Creo que empleamos una estructura similar. El primer ‘Rocky’ era una historia de amor con apenas unos minutos de escenas de boxeo. La gente se enamoró de los personajes y las peleas estaban en un segundo plano, pero son fundamentales para inspirar al espectador», declaró.
Ahí es decisiva la labor de Stallone, que aporta toda su experiencia y sabiduría como consejero y entrenador del joven púgil.
«Mi relación con él en la vida real es igual de honesta y de bonita. Sylvester es un gran tipo. Inteligente y vanguardista. Nos conocemos bien y siempre está ahí para ofrecerme consejo», sostuvo.
A buen seguro que Jordan le ha consultado en algún momento sobre la gestión de la fama, ahora que el actor está en boca de todos tras su fulgurante paso por Black Panther.
«Lo llevo como puedo, para serte honesto», comentó divertido.
«No hay una forma de proceder establecida. Tienes que encontrar tu zona de confort, pero lo que me está sucediendo ahora es todo lo que siempre quise. Las oportunidades están ahí, así que no me quejo. Seguro que me equivocaré y cometeré errores, pero estoy deseando afrontar todo lo que venga», declaró.
Eso sí, no se quiso pronunciar sobre las opciones de Black Panther de ser la primera cinta de superhéroes que consiga la nominación al Oscar como Mejor Película.
«Si así lo consideran, es que hay buenas razones para ello», dijo sucintamente este gran admirador del jugador de baloncesto LeBron James y de su equipo, Los Angeles Lakers.
«Estoy convencido de que ganarán un anillo con él», finalizó.
Fuente: Excelsior