De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud y se presenta principalmente cuando consumimos más calorías de las que gastamos.
La OMS recomienda un consumo diario de 2,000 calorías por persona. En México, como en la gran mayoría de los países, se supera en promedio esa cantidad.
En nuestro país consumimos 3,260 calorías en promedio, generando un exceso aproximado de 1,260 calorías más que las recomendadas por la OMS. Por ejemplo, de acuerdo con la Calculadora de Calorías de Alimentos del IMSS, una torta de tamal suma más de 1,000 calorías, quedando solo para un adulto promedio 1,000 calorías para el resto del día. Pero la alimentación no es la única razón por la cual los mexicanos suben de peso. Existen otros factores que aquejan nuestros días, como es el sedentarismo.
Hoy 6 de cada 10 adultos mexicanos no realizan actividad física y este aumento se puede deber en parte a los hábitos que hemos adquirido en años recientes. La tecnología nos ha mantenido más tiempo sentados, por ejemplo, 9 de cada 10 hogares mexicanos tienen televisión. Esto ha provocado un incremento del 24% en el tiempo que pasamos viendo TV en los últimos 12 años.
Además, los niños mexicanos ven 4.5 horas diarias de televisión, 122% más de lo recomendado por la Asociación Americana de Pediatría. ¡Y no sólo eso! Al menos 5 de cada 10 hogares mexicanos tienen acceso a un celular y a una computadora, manteniendo a muchos jóvenes y niños conectados a una pantalla.
La solución que han visto los gobiernos anteriores, y que han vuelto a traer a la mesa algunos actores políticos actualmente, influenciados por organismos fondeados por capital extranjero (como El Poder del Consumidor), no necesariamente toman en consideración todos los factores. Por ejemplo, existe una iniciativa para endurecer el etiquetado de bebidas azucaradas para resolver el problema de obesidad en el país, pero las bebidas saborizadas representan sólo el 5.8% de las 3 mil 260 calorías que consumen en promedio los mexicanos. Otra iniciativa que se ha implementado con este propósito es la del incremento de este tipo de impuestos, sin importar que la gente con menos recursos sea la más afectada, ya que de acuerdo con un estudio de la UANL, las familias más pobres gastan 2.3% de su presupuesto en refresco y 4.73% en Alimentos No Básicos con Alta Densidad Calórica.
La solución para este problema de salud pública necesita tomar en cuenta todos los factores que afectan el peso de los mexicanos, como fomentar el deporte y promover opciones de alimentos más saludables.
EXCELSIOR
