Danza en La Laguna, con joven y gran legado artístico

El cuerpo al seguir el ritmo de la música imita el tempestuoso eco de una ola. Pero la danza cobra un real significado cuando los coreógrafos intentan utilizar el cuerpo como un instrumento que comunica sus propios intereses. 

Ya sea para la preservación cultural o la denuncia social al evidenciar la violencia ante la permanencia de actos como los feminicidios, las desapariciones forzadas o los crímenes de odio racial, la danza es arte en movimiento. 

Este sábado y en conmemoración al Día Internacional de la Danza, se reconoció el valor de estos artistas y se les rindió un aplauso ante la persistencia que ha dejado ya un joven legado en la Comarca Lagunera a través de la danza clásica, flamenca, contemporánea, folklórica y urbana, cubriendo de orgullo a los habitantes del desierto. 

El Día Internacional de la Danza es una conmemoración reciente pues fue establecido por la UNESCO en 1982 al atender la iniciativa del comité, perteneciente al Instituto Internacional del Teatro. 

La fecha conmemora también el nacimiento de Jean Pierre Noverrecoreógrafo y teórico de ruptura y vanguardia del siglo XVIII. Así este 29 de abril en el estado se realizaron una serie de actividades que comenzó la Secretaría de Cultura con la transmisión en redes sociales del mensaje de la Unesco, seguida por una clase abierta de Contrología en la Escuela de Danza del estado de Coahuila, a cargo de Javier Rodríguez. La fiesta programada en Saltillo capital, concluyó con un festival dancístico en el Teatro “Fernando Soler”.

Sus raíces

En Torreón, la Compañía de Danza Contemporánea Mezquite informó que también se realizó un maratón dancístico frente a la escalinata de la Plaza Mayor y que comenzó pasadas las 19:00 horas y donde participaron varias academias de danza como Nabi y que contó con la colaboración de la Academia de Danzas Nijinsky. Fue con el impulso del maestro Jaime Hinojosa que la danza contemporánea echó raíces en la Comarca Lagunera. Y para el año 1997 emergió la Compañía Mezquite, contando ya un cuarto de siglo formando un movimiento dancístico contemporáneo que permitió la creación de la Escuela Municipal de Danza Contemporánea de Torreón (Esdacont).

Nuevas generaciones

Al ser parte de los egresados de la Esdacont, en febrero del año pasado las bailarinas y coreógrafas Daniela Guzmán y Victoria Pérez, decidieron tomar su propia ruta luego de permanecer por breve tiempo en la Compañía Mezquite como bailarinas y en su alma mater como profesoras. 

Así y con la Compañía de Danza Contemporánea 30-11 definieron sus propios intereses. Y su intención fue clara. En su primera función ejercieron una crítica social ante la escalada de violencia de género en La Laguna y el país. 

En marzo del mismo año se presentaron por vez primera en el Teatro Nazas valiéndose de la poesía de Enriqueta Ochoa para presentar el programa “Vírgenes terrestres” y que también llevaron al Teatro Alberto M. Alvarado

El nombre de 30-11 es en realidad un salmo que celebra a la danza como gracia divina: “Has cambiado mi lamento en baile. Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría”. 

Con él se abrieron camino estas jóvenes artistas. Victoria Pérez afirmó que su propuesta no era un grito de rebeldía, pero que sí se trataba de una necesidad de crear su propio lenguaje escénico, abordando la sumisión de la mujer, el paternalismo y la emancipación femenina. 

Daniela Guzmán destacó que, “en el trayecto del programa presentamos la vida de algunas de las mujeres que han sido asesinadas. La mujer no sólo es un objeto, tiene vida y necesitamos sensibilizarnos. Hay una historia detrás de esas personas: luchas, batallas, logros, objetivos, metas y sueños, por eso cerramos con la coreografía la “Viejas causas, cánones hostiles”.

Ya son 26 años de tradición

El pasado primero de abril la Compañía de Danza Folclórica Nahucalli celebró su 26 aniversario con el programa “Fiestas Mágicas 2023” que se presentó en el Teatro Nazas. 

El público que les acompañó, rindió homenaje con aplausos, lo que se tradujo en inspiración para continuar desarrollando su arte. El primer ensayo que celebró el ballet coreográfico Nahucalli fue el domingo 17 de abril de 1998. 

Entonces, Manuel Valle Espino, su actual director, tenía apenas 21 años, aunque desde la adolescencia ya bailaba. 

“Fue la directora del Teatro Isauro Martínez quien dijo que no había un ballet que montara los bailes más representativos de la región. Fuimos dos personas las que empezamos y lo comenzó el profesor José Juan García García y a raíz de ello, los primeros vestuarios se fueron haciendo con actividades”. 

Con experiencia en el Ballet Kikapú de la Escuela Normal Superior de Educación Artística, Manuel Valle fue requerido por el profesor García. Al tiempo el profesor Juan José García abre el ballet folclórico del Teatro Isauro Martínez con doce elementos”. Fue después de quince años que realizaron el festival “Coahuila, mi tierra hecha danza” presentando los bailes de las regiones Carbonífera, Sureste, Laguna, Norte y Centro, poniendo además el énfasis en la presencia de las reservaciones de nativos Kikapú y afrodescendientes Mascogos.

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