Plantas que tu perro o gato no deben morder; algunas les provocan depresión

Si estás en «modo señor(a) de las plantas: activado” pero también tienes perro o gato en casa, presta atención a la siguiente lista de plantas que no deben morder porque pueden causar depresión y otros malestares en ellos.

En esta lista hay un par de plantas que son muy buenas para los humanos pero un peligro para tu perro, y hay otras que tal vez no sabías que le causan depresión.

Ten presente que no solo tu perro o tu gato está en peligro de depresión, de síntomas graves o de un problema fatal, y por favor no dejes que tu niño las lleve a su boca jugando.

Plantas que causan depresión en un perro

Eucalipto. Sí, quién diría que una planta con tantos beneficios para los humanos, a perros y gatos les provoca depresión y debilidad, además de otros síntomas.

Árbol de Jade, una de las plantas peligrosas para tu perroFoto: Especial

Árbol de jade. Además de que les baja el ritmo cardíaco a perros y gatos, los pone agresivos, con vómito y depresivos.

Plantas tóxicas y peligrosas para los perros

Ave del paraísoFoto: Especial

Ave del paraíso. Esta especie es muy venenosa para tu perro, y los síntomas son náuseas, temblores, corazón acelerado y vómitos.

El crotón es otra de las plantas peligrosas para tu perroFoto: Especial

Crotón. Si tu perro saliva mucho, tiene vómito, diarrea, problemas para tragar o las pupilas dilatadas, tal vez mordió esta planta. Ten mucha precaución porque puede causarle la muerte.

Las plantas de cica al parecer son llamativas para los perros y han causado muertesFoto: Especial

Cica. En Europa muchos perros y gatos mueren por morder esta planta o ingerirla; ten cuidado pues una planta que existe en casi todo el mundo.

Aleja a tus perros de estas plantas tóxicas

Hiedra común. Desde ampollas y dermatitis hasta úlceras y una parada cardiorrespiratoria, es lo que les puede causar a tus perros esta planta que es una belleza para jardín y fachada.

Oreja de elefante. Les provoca náuseas, vómito, diarrea, hinchazón en la boca y en la lengua. Ojo: los efectos aplican también en los niños.

 

LA RAZÓN

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