La plataforma estadounidense de reserva de automóviles con conductor Uber recibió elogios del gobierno y los sindicatos británicos tras conceder a sus conductores en el Reino Unido el estatuto de trabajadores, lo que hace esperar que otras empresas similares sigan su ejemplo.
Uber anunció este martes por la noche que otorgaría a los conductores del país derechos laborales como salario mínimo, vacaciones y un plan de pensiones, en una primicia mundial para el grupo.
La medida se produjo pocas semanas después de que la Corte Suprema británica dictaminara que los conductores de Uber en el Reino Unido tenían derecho a ser considerados como “trabajadores”, en una decisión histórica para los 5,5 millones de británicos que trabajan en la denominada “economía gig”, caracterizada por empleos precarios y mal pagados.
El ministro de Empresas británico, Kwasi Kwarteng, declaró el miércoles al canal Sky News que el cambio de Uber, tras una larga batalla legal con los conductores, es “absolutamente positivo”.
“Siempre he dicho que la nueva fase de nuestra economía debería consistir en proteger los derechos de los trabajadores, impulsar estándares más altos e impulsar las nuevas tecnologías”, agregó.
La legislación laboral británica distingue entre trabajadores, que pueden recibir el salario mínimo y otros beneficios, y empleados que tienen contratos formales.
Los conductores de Uber UK estaban considerados hasta ahora como autónomos sin seguridad laboral, en línea con muchas otras empresas de la “economía gig”, lo que provocó feroces críticas de los sindicatos.
“El anuncio de Uber debería marcar el final de los falsos autónomos”, afirmó Mick Rix, responsable del sindicato GMB. Esta decisión “abre la puerta a los trabajadores, y a sus sindicatos, para ganar la lucha por mejores ingresos y condiciones en las empresas de la economía ‘gig’”, agregó.
También Frances O’Grady, secretaria general de la organización sindical británica Trades Union Congress (TUC), pidió a las plataformas tecnológicas que hagan más: “Presionaremos con fuerza para que Uber y otras plataformas reconozcan a los sindicatos y den al personal una voz adecuada en el trabajo”.
Estos trabajadores “merecen los mismos derechos básicos que todos los demás. Los sindicatos no descansarán hasta que los salarios y las condiciones hayan mejorado en toda la economía ‘gig’”, subrayó.
Dos conductores londinenses de Uber, Yaseen Aslam y James Farrar, que fueron demandantes ante la Corte Suprema, recibieron con satisfacción el cambio.
Farrar describió el anuncio como “un paso en la dirección correcta”, pero argumentó que se quedaba corto. Y expresó su preocupación por el hecho de que los beneficios de Uber empiecen a contar a partir del momento en que un conductor acepta un viaje, en lugar de cuando se conecta a la aplicación.
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