Hace apenas tres semanas Estados Unidos identificó el primer infectado por el coronavirus en su territorio. Fue ingresado en el Centro Médico Regional de Everett, en Washington. Allí, para evitar la propagación del virus, cada detalle cuenta y la tecnología se ha convertido en una gran aliada. Desde el primer minuto, los médicos se han comunicado con el paciente a través de un robot llamado Vici que cuenta con una pantalla, altavoces y un micrófono. El dispositivo, que parece una tableta con ruedas y ha sido desarrollado por la empresa InTouch Health, tiene también un fonendoscopio y permite realizar pruebas básicas como la medición de temperatura.
Al igual que Vici, existen otras máquinas que pueden contener la escalada del coronavirus y ayudar a reducir la carga de trabajo de los médicos. Por ejemplo, el Hospital Popular Provincial de Guangdong, al sur de China, ha empezado a usar robots capaces de abrir y cerrar puertas y coger el ascensor de manera autónoma para entregar medicamentos a los pacientes, según la televisión pública china CGTN
“En este tipo de situaciones es fundamental evitar el contagio y la extensión. Los robots pueden servir para hacer pruebas a los ciudadanos, detectar posibles enfermedades y evitar que otras personas o el personal médico se vean contagiados”, afirma Ambrosio Rodríguez Gómez, miembro del Consejo de Colegios de Ingeniería Informática de España y decano del Colegio Oficial de Ingenieros en Informática de Castilla-La Mancha.
Todo apunta a que el coronavirus se contagia entre personas que están cerca a través del contacto y de pequeñas gotas de saliva que el portador del virus excreta al toser. Por lo tanto, minimizar el contacto humano es fundamental. Especialmente en China, donde ya hay más de 17.000 afectados y el número de muertos supera los 360.
Entre los fallecidos se encuentra Liang Wudong, uno de los médicos que trataba a pacientes en Wuhan, el epicentro del coronavirus. La muerte de este doctor de 62 años ha puesto de relieve los riesgos a los que se expone el personal médico. Ya en 2003, con la epidemia del SARS (síndrome respiratorio agudo y grave, por sus siglas en inglés), una gran parte del personal sanitario se vio afectado mientras atendía a personas contagiadas.
Esta urbanización china utiliza un dron dotado con cámaras térmicas para tomar la temperatura de los vecinos sin que tengan que salir de sus casas y prevenir así la propagación del #coronavirus de #Wuhan.
Robots camareros
Pero los hospitales no son los únicos sitios en los que la tecnología puede ser de utilidad. Por ejemplo, una urbanización china utiliza un dron con cámaras térmicas para tomar la temperatura de los vecinos sin que tengan que salir de sus casas, informa Zigor Aldama.
Además, en un hotel en Hangzhou, una ciudad de nueve millones de habitantes al este de China, un robot autónomo llamado Peanut se encarga de llevar la comida a cerca de 200 personas en cuarentena, según China Xinhua News. Estos huéspedes, tal y como cuenta el mismo medio, permanecerán al menos dos semanas aislados como medida de prevención porque viajaron en el mismo avión que pasajeros de Wuhan.
“¡Hola! Peanut está sirviendo la comida”, saluda la máquina a medida que va avanzando por el pasillo lentamente. Para puerta por puerta con el objetivo de que los huéspedes cojan el menú. En un vídeo subido a Twitter, un hombre con mascarilla que viste una bata y unas zapatillas de andar por casa sale de su habitación y coge el suyo. “Que aproveche. Por favor, contacte al personal del hotel por WeChat si necesita algo más”, añade el robot. Al utilizar WeChat, la aplicación de mensajería instantánea más utilizada en China, se pretende evitar cualquier contacto directo con los trabajadores del hotel.
Este robot, desarrollado por la empresa Keenon, está pensado para servir en restaurantes, hoteles, hospitales, oficinas, bancos o aeropuertos. De hecho, ya están presentes en una cadena de restaurantes en Madrid. La compañía explica en su web que Peanut cuenta con un sistema de reconocimiento de voz y está dotado con inteligencia artificial. Para que la comunicación “sea más interesante”, puede cambiar la forma de sus ojos con el fin de mostrar las emociones de felicidad, enfado o tristeza.
Robots que limpian y desinfectan
A los robots que interactúan con pacientes y los que les llevan alimentos, se suman los que pueden limpiar y desinfectar diferentes espacios. Xenex es una compañía con sede en Texas que vende robots para eliminar patógenos. Estas máquinas, según explica la empresa en su propia web, sirven para desinfectar de forma rápida cualquier sala en solo cinco minutos. “La tecnología de desinfección LightStrike ha sido probada para reducir efectivamente la contaminación por coronavirus en entornos clínicos”, añade.
Otra compañía llamada Dimer ha ofrecido a algunas aerolíneas un robot para prevenir la propagación del virus. La empresa afirma en su web que las aerolíneas comerciales desempeñan un papel directo en la forma en que las enfermedades se propagan por todo el mundo. “Los aviones tienen la capacidad única de transportar gérmenes a través de continentes y océanos”, indica. El sistema, que ha sido desarrollado específicamente para aviones, utiliza luz ultravioleta para eliminar “el 99,99% de los gérmenes” presentes en estos medios de transporte.
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