La Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, quien fue detenida junto con otros líderes del partido de la Liga Nacional para la Democracia (LND) durante un golpe de Estado, “goza de buena salud”, indicó Kyi Toe, miembro del comité de información central de la LND en su cuenta de Facebook, mientras el general Min Aung Hlaing, jefe del ejército, aseguró que la asonada era “inevitable”.
Kyi aclaró que “no hay ningún plan” para trasladar a la dirigente del lugar donde se encuentra detenida, y agregó que a los parlamentarios de la LND arrestados no se les permite abandonar los barrios donde están recluidos.
La depuesta jefa de gobierno de facto, Aung San Suu Kyi, y el presidente de la república, Win Myint, están “en arresto domiciliario” en la capital del país asiático, Naypyidó, detalló una diputada que solicitó el anonimato a la agencia de noticias Afp, pero el ejército, que sigue desplegado en la zona, no ha revelado ninguna información sobre el paradero de la líder.
Los soldados también rodearon los edificios donde viven los legisladores de la LND, por lo que la zona ya parece un “centro de detención al aire libre”, aseguró la fuente, que acusó: “tenemos comida, pero no podemos salir del recinto”.
La LND pidió en la misma red social la “liberación” inmediata de la premio Nobel de la Paz de 1991 y de otros líderes del movimiento, y declaró que el golpe ha dejado una “mancha en la historia del Estado y del tatmadaw (ejército birmano)”. Añadió que las fuerzas armadas deben “reconocer el resultado” de los comicios de noviembre pasado.
Las calles de Rangún, principal ciudad de Myanmar, antes Birmania, estaban tranquilas ayer, aunque muchas personas publicaron fotos en las redes sociales para indicar su apoyo a la líder.
Por la noche los residentes golpearon ollas, y algunos encendieron velas en sus balcones, a manera de protesta simbólica contra el ejército, que dirigió Myanmar durante unas cinco décadas, reportó el diario británico The Guardian.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas se reunió de emergencia ayer a puerta cerrada para abordar el asunto del golpe en Myanmar, pero la cita finalizó sin lograr una declaración común, debido a un bloqueo de China y Rusia, para exigir el regreso de los civiles al poder.
LA JORNADA