El papa Francisco condenó ayer desde Bari, en el sur de Italia, la guerra que azota a los países que asoman sobre el Mediterráneo y tildó de hipócritas a aquellos que “hablan de paz y venden armas”.
La guerra es contraria a la razón, es una locura y es un sinsentido al que no podemos resignarnos nunca”, agregó.
La condena del Papa fue pronunciada durante su viaje relámpago de un día a esa ciudad de la región de Apulia para participar en el encuentro “El Mediterráneo, frontera de la paz”, organizado por la conferencia episcopal italiana con 59 obispos provenientes de 20 países.
En su discurso el Papa improvisó para referirse al “gran pecado de la hipocresía”, porque muchos países “hablan de paz y venden armas a los que están en guerra”, dijo.
El pontífice argentino reiteró su no a la guerra y quiso sacudir las conciencias ante “las divisiones” y “las desigualdades” que afectan a esa región que definió “El Mare Nostrum, el lugar físico y espiritual en el que se formó nuestra civilización, como resultado del encuentro de diferentes pueblos”, comentó.
Al referirse a esta área amenazada por muchos focos de inestabilidad y guerra, tanto en Oriente Medio como África, el Papa mencionó el conflicto entre Israel y palestinos.
Francisco admitió que le “dan miedo” los discursos de los líderes populistas porque le recuerdan “los mensajes de odio de los años 30”.
Heraldo de México