Miles de manifestantes salieron este día a las calles en Sudán para demandar la disolución del partido del ex presidente Omar al-Bashir, el órgano político que éste usó para controlar el país durante sus 30 años en el poder, antes de ser derrocado en abril.
En tanto, el gobierno de transición y la mayor facción rebelde firmaron una declaración política en medio de negociaciones de paz que comenzaron la semana pasada, un nuevo paso hacia el fin de años de guerra civil en el país. Las dos partes renovaron además un cese del fuego nacional por tres meses.
El actual gobierno de transición llegó al poder tras una campaña similar de protestas civiles que eventualmente llevó al derrocamiento de al-Bashir a manos de los militares. El país es gobernado ahora por una administración conjunta civil-militar, que debe negociar un sendero hacia elecciones democráticas en poco más de tres años.
Las protestas del lunes renovaron demandas de acelerar una investigación de la violenta represión contra un campamento de protestas en junio., que resultó en decenas de manifestantes muertos.
Los manifestantes que demandan la disolución del Partido del Congreso Nacional fueron convocados por la Asociación de Profesionales de Sudán, que desató la sublevación contra el ex presidente.
La Jornada