Un equipo de ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), liderados por Patrick Doyle, han ideado una nueva forma de crear gotas de tamaño nanométrico en un líquido suspendido dentro de otro líquido, algo conocido como nanoemulsiones. Estas emulsiones son similares a la mezcla que se forma cuando unimos aceite y vinagre y lo agitamos. La gran diferencia es que en las nanoemulsiones, el tamaño de las gotas es mucho, mucho, más pequeño. Algo que les permite permanecer estables durante períodos de tiempo relativamente largos.
Pero hay algo más interesante aún: el equipo de Doyle descubrió un modo de convertir fácilmente las nanoemulsiones líquidas en un gel cuando alcanzan la temperatura corporal, lo que podría ser útil para desarrollar materiales que puedan administrar medicamentos cuando se frotan en la piel o se introducen en el cuerpo.
«La industria farmacéutica está muy interesada en las nanoemulsiones como una forma de administrar distintas terapias – explica Doyle en un comunicado –. Esto podría ser tópico (por medio de la piel), a través de la ingestión o por pulverización en la nariz”.
Los resultados del estudio, publicado en Nature Communications, muestran que la nanoemulsión se mantuvo estable durante más de un año.
Finalmente, para demostrar la utilidad potencial de estas emulsiones a la hora de administrar medicamentos, el equipo de Doyle incorporó ibuprofeno en las gotas y estas siguieron activas hasta la aplicación. Los científicos está explorando formas de incorporar una variedad de ingredientes farmacéuticos activos en este tipo de gel, desde cremas solares, administrar medicamentos tópicos para ayudar a curar quemaduras u otros tipos de lesiones y hasta en el campo de la cosmética.
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