Una persona puede ingerir en promedio unos cinco gramos de plástico por semana, equivalente al peso de una tarjeta de crédito, advirtió un trabajo de la Universidad de Newcastle, Australia, al combinar datos de más de 50 estudios sobre la ingestión de ese material en humanos.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés) indicó que el análisis «Naturaleza sin plástico: evaluación de la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza», revela que las personas consumen cada semana unas dos mil pequeñas piezas de plástico que se hallan en agua, aire, suelo y alimentos, es decir, 21 gramos al mes y poco más de 250 gramos al año.
El director general de WWF Internacional, Marco Lambertini, dejó claro que estos hallazgos deben ser una llamada de atención para los gobiernos. “Los plásticos no solo contaminan nuestros océanos y vías fluviales, y están acabando con la vida marina; están en todos nosotros y no podemos escapar de su consumo.
“La acción global es urgente y esencial para hacer frente a esta crisis. Si no queremos plástico en nuestro cuerpo, tenemos que detener las millones de toneladas de este material que continúan filtrándose en la naturaleza cada año.
“Para atacar esta crisis, necesitamos tomar medidas urgentes a nivel de los gobiernos, empresas y consumidores, y establecer un acuerdo con objetivos globales para hacer frente a la contaminación por plástico”, dijo Lambertini.
La organización conservacionista expuso que los resultados son un importante avance para comprender el impacto de la contaminación por plástico en las personas. También confirma la urgente necesidad de abordar un sistema de gestión del plástico a fin de no contaminar los ecosistemas, en primer lugar.
El estudio demostró una amplia gama en los patrones de ingestión. La fuente más grande en todo el mundo es el agua, tanto embotellada como del grifo. Las grandes variaciones regionales se reflejan por ejemplo, en Estados Unidos o la India, que duplican la cantidad de plástico en el agua comparados con Europa o Indonesia.
De los productos consumibles estudiados, aquellos con mayor registro de niveles de plástico son los mariscos, cerveza y sal, todo de acuerdo con un comunicado del WWF, organismo que solicitó el estudio.
El informe demuestra que el problema de la contaminación por plástico es universal y afecta directamente al ser humano. La filtración de plástico en el medio ambiente y la cadena alimenticia ha tenido hasta ahora una respuesta global inadecuada por parte de los gobiernos.
“Naturaleza sin plástico: evaluación de la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza” llamó a los gobiernos a tomar medidas y desempeñar un rol clave para garantizar que toda la cadena, desde los fabricantes hasta los consumidores, sean responsables y asuman un mismo objetivo: poner fin a la contaminación por plástico.
Thava Palanisami, co-líder del proyecto e investigador de microplásticos de la Universidad de Newcastle, asentó que en un contexto en que la conciencia sobre los microplásticos y su impacto en el ambiente está aumentando, este estudio nos ayuda a proporcionar, por primera vez, un cálculo exacto de las tasas de ingestión.
Mencionó que la ingestión es solo un aspecto de la crisis de plásticos. La contaminación por este material es una gran amenaza para la vida silvestre, no solo a través de la ingestión de microplásticos, sino también a través del enmallamiento y la destrucción de hábitats.
También genera consecuencias económicas perjudiciales; el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima su impacto anual sobre la economía marina en ocho mil millones de dólares, puntualizó.
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