¿Cuánto cuesta tu renta?, ¿Y los zapatos que traes puestos?, muchos gastos los dominamos porque nos son comunes, sin embargo, el último que haremos muchas veces ni lo reflexionamos, se trata de nuestra muerte.
Entrevistamos Oscar Padilla, director general de la funeraria J. García López para descubrirlo.
Datos sobre la muerte
Uno de los principales errores que cometemos muchos mexicanos, es no prever el pago de nuestros gastos funerarios, de acuerdo a cifras proporcionadas por Oscar Padilla, en la República Mexicana fallecen en promedio 600 mil personas al año.
70 mil de ellas en el Estados de México y entre 70-75 mil en la Ciudad de México. En estos dos estados, el índice de fallecimiento es superior al resto del país.
Cuando se trata de elegir el tipo de servicio funerario, se tienen dos grandes opciones:
Servicios crematorios que ocupan el 70% del total, y de inhumación (30%).
La reducción de los servicios de inhumación tiene su explicación en dos factores: La aceptación de la iglesia católica de este tipo de servicios, y la falta de espacio en los cementerios.
“No olvidemos que México es un país en su mayoría católico, por lo que la opinión de la iglesia influye en las costumbres de gran parte de la población”, dijo Oscar Padilla.
El precio de tu muerte
Debemos considerar que existen dos grandes grupos de servicios funerarios. Los de gobierno que son proporcionados por el seguro social (IMSS, ISSSTE); y los privados.
Dentro de los privados, se crean dos subgrupos: Las funerarias “locales”, y las “firmas”.
- Gobierno: 7-8 mil pesos (cremación) y 12-13 mil pesos (inhumación y otros).
- Locales: 9-10 mil pesos (cremación) y 17-18 mil pesos (inhumación y otros).
- Firmas: 18,500 pesos hasta 150 mil pesos.
¿Cuándo mueren más personas?
De acuerdo al director de la funeraria J. García López, en la funeraria durante temporada “alta”, el número de servicios aumenta en promedio 25%.
Es posible que debido al cambio climático, donde las temperaturas bajan en nuestro país, son los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero, en los que la tasa de mortalidad aumenta, al igual que la demanda de sus servicios.
“Debido al alto impacto que tiene este gasto para las personas, lo mejor es adquirir un plan de previsión, que es un contrato 100% transferible, y no tiene caducidad, con el que el pago de cualquier servicio queda cubierto para el momento en que es solicitado”, recomendó Oscar Padilla.
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