El té verde reduce la obesidad y varios biomarcadores inflamatorios relacionados con la mala salud. Así se desprende de un estudio de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) en el que ratones alimentados con una dieta que contenía un 2 por ciento de extracto de té verde obtuvieron mejores resultados en estos apartados.
Los beneficios parecen derivarse de una mejor salud intestinal, que incluye microbios más beneficiosos en los intestinos y menos permeabilidad en la pared intestinal, una condición que generalmente se conoce como intestino permeable. El té verde, en definitiva, podría estimular el crecimiento de bacterias intestinales buenas. Eso lleva a una serie de ventajas que reducen el riesgo de obesidad.
El té verde cuenta con una larga historia en los países asiáticos y se están adoptando cada vez más en Occidente, en parte por sus posibles beneficios para la salud. Las catequinas, una serie de polifenoles antiinflamatorios que se encuentran en el té verde, se han relacionado con actividad anticancerígena y menor riesgo de enfermedad cardíaca y hepática.
En base a estos antecedentes, los investigadores idearon un experimento que examinara los efectos del té verde en ratones machos alimentados con una dieta normal y una dieta alta en grasas diseñada para causar obesidad. Durante ocho semanas, la mitad de los animales tomó la dieta alta en grasas y la otra mitad una normal. En ambos grupos, la mitad comía extracto de té verde mezclado con su comida.
Después, midieron el peso corporal y el tejido graso, la resistencia a la insulina y otros factores que incluían la permeabilidad intestinal, la composición de los microbios intestinales o la inflamación en el intestino y el tejido adiposo. Los ratones alimentados con una dieta alta en grasas complementada con té verde ganaron alrededor de un 20 por ciento menos de peso y tenían menor resistencia a la insulina que los ratones alimentados con una dieta idéntica sin té.
Esos ratones también tenían menos inflamación en el tejido adiposo y el intestino. Además, el té verde parecía proteger contra el movimiento de la endotoxina, un componente bacteriano tóxico, fuera de sus órganos y en el torrente sanguíneo. Además, encontraron pruebas de que las tripas de estos ratones eran más fuertes, menos ‘permeables’.
Los investigadores también encontraron que el té verde parecía contribuir a una composición microbiana más saludable en los ratones alimentados con una dieta alta en grasas. Los ratones alimentados con la dieta normal suplementada con té verde también tuvieron beneficios que incluyen: un menor aumento de peso y niveles más bajos de endotoxinas y marcadores de intestino permeable.
Lo ideal: aproximadamente 10 tazas al día
El consumo de té verde en el experimento sería equivalente a aproximadamente 10 tazas de té verde durante el día para una persona.
«Puede parecer mucho té, pero no es muy inusual en ciertas partes del mundo», explica Richard Bruno, autor principal del estudio, que se ha publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry.
Bruno está trabajando actualmente en un estudio en humanos que explorará los efectos del té verde en el intestino permeable en personas con síndrome metabólico, una condición que predispone a las personas a la diabetes tipo 2 y las enfermedades del corazón.
Por ahora, es demasiado pronto para extrapolar los hallazgos en animales a las personas. En caso de que los beneficios sean ciertos en humanos, los suplementos de té verde no serían un sustituto de los alimentos. Consumir un poco en el transcurso de un día con otros alimentos, como hicieron los ratones en este estudio, podría ser mejor», detalla.
Fuente: La Jornada