La aprobación de una Ley libre de tabaco, restricción a la publicidad y aumento a los impuestos a este producto, alcohol y bebidas azucaradas, son fundamentales para prevenir 30 por ciento de los tipos de cáncer, aseguró el doctor Miguel Malo.
El asesor de Enfermedades no transmisibles y Salud mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que si bien hay medidas particulares, el gobierno debe actuar para disminuir el tabaquismo, alcoholismo, sobrepeso y obesidad que son los factores de riesgo.
“Hay políticas públicas que pueden ayudarnos a tomar opciones saludables. Por ejemplo, una ley cien por ciento libre de humo de tabaco implicaría que nadie puede fumar en sitios públicos, en fin; son unas serie de mecanismos que hacen que la gente disminuya el consumo de estos hábitos no saludables”, expuso.
El experto detalló que países como México han registrado aumento en el consumo del alcohol a edades cada vez más tempranas, incluso entre niños, lo cual tiene que ver con la publicidad de este producto, por lo cual el Estado tiene que restringir su promoción.
Dijo que la mortalidad se puede disminuir con la detección temprana y acceso adecuado a servicios de salud, en lo que destacó los esfuerzos del gobierno mexicano para dar cobertura total a la población, incluido la atención al cáncer.
No obstante, afirmó que el país está “muy mal” en la atención a factores de riesgo, pues en más de 10 años no se ha reformado la Ley de Control del Tabaco y no existe una política clara en la prevención y control del consumo de alcohol, solo medidas aisladas a nivel local.
En el caso de alimentos no saludables, añadió, hubo un intento interesante en las escuelas para restringir la venta de bebidas azucaradas y productos “chatarra”, pero no se cumple.
En materia de publicidad de este tipo de productos, dijo, que si bien se discute el tema del etiquetado frontal para la información nutricional a la población consumidora, el país ya debería haber resuelto estos temas.
“En este sentido México está atrasado en relación con otros países de la región. En cuanto a las cifras de cáncer son bastante parecidas en los países, solo varía el orden en que se presentan los cánceres en hombres y mujeres, yo diría que en general son números parecidos en la región de las Américas”, expuso.
Sin embargo, las tasas de mortalidad varían y ejemplifico que la de cáncer de cuello uterino en la región en los países de ingresos medios y bajos es de 8.8 por ciento y en el caso de Canadá y Estados Unidos es de 3.3 por ciento, lo cual se vincula con una detección precoz y un tratamiento adecuado.
En el caso de la mortalidad infantil por cáncer, hay 80 por ciento de sobrevivencia a la edad de cinco años en países desarrollados y en países de desarrollo bajo o medio es de menos del 20 por ciento en la región.
Miguel Malo señaló que si México quiere cumplir la meta global de disminuir en 25 por ciento la mortalidad de esta y otras enfermedades no transmisibles al 2030, entre ellas el cáncer, deberá trabajar en la prevención y disminución de los factores de riesgo.
Indicó que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2015, ocasionó 8.8 millones de defunciones y en la actualidad una de cada seis muertes en el orbe se debe a esta enfermedad, además de que cerca del 70 por ciento de las muertes por esta se registran en países de ingresos medios y bajos.
Recordó que alrededor de un tercio de las muertes por cáncer se debe a los cinco principales factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y alcohol.
El especialista refirió que el tabaquismo es el principal factor de riesgo y ocasiona cerca del 22 por ciento de las muertes por cáncer, mientras las infecciones oncogénicas, entre ellas causadas por virus de las hepatitis o papilomas humanos, ocasionan el 25 por ciento de los casos en los países de ingresos medios y bajos.
La detección de cáncer en una fase avanzada y la falta de diagnóstico y tratamiento son problemas frecuentes, pues en 2017, solo el 26 por ciento de los países de ingresos bajos informaron de que la sanidad pública contaba con servicios de patología para atender a la población en general, indicó.
En tanto, más del 90 por ciento de los países de ingresos altos ofrecen tratamiento a los enfermos oncológicos, mientras que en los países de ingresos bajos este porcentaje es inferior al 30 por ciento.
Advirtió que el impacto económico del cáncer es sustancial y va en aumento, en virtud de las estimaciones del costo total atribuible a la enfermedad en 2010 señalan que ascendió a 1.16 billones de dólares en el orbe.
Fuente: Plano informativo