La enfermedad de Parkinson podría originarse en las profundidades del sistema digestivo, según un nuevo estudio realizado por científicos estadounidenses.
La investigación, publicada en la revista Science Translational Medicine, halló que las personas a las que se les había extirpado el apéndice tenían menos posibilidades de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.
Y el apéndice, un órgano cuya utilidad aún sigue en duda, también demostró ser un reservorio de la sustancia que mata las células cerebrales.
De acuerdo a la organización de investigación y apoyo sin fines de lucro Parkinson UK, el hallazgo representa la evidencia más contundente de que el origen de la enfermedad puede situarse fuera del cerebro.
En el mal de Parkinson, proteínas tóxicas se acumulan en el cerebro y matan nervios, sobre todo aquellos vinculados al movimiento.
Fuente: Plano informativo