La Unión Cristianosocial (CSU), socio de la canciller federal alemana, Angela Merkel, vio cumplirse este domingo sus peores temores al perder la mayoría absoluta en Baviera, en unas elecciones en las que Los Verdes se alzaron como segunda fuerza, la ultraderecha entró en su decimoquinta región y los socialdemócratas se hundieron.
El partido populista de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) volvió a capitalizar el descontento de los alemanes con la política migratoria y logró entrar en su decimoquinto parlamento regional con 11.6 por ciento de los votos, en una región que es la principal puerta de ingreso de los 1.5 millones de solicitantes de asilo que han llegado a Alemania desde 2015.
Es un muy buen resultado
, comentó satisfecho Alexander Gauland, copresidente de AfD, a la cadena pública alemana ARD, no obstante que este resultado es inferior a 12.4 por ciento, cifra que obtuvo la agrupación en Baviera en las elecciones generales de 2017. La gente cree que la CSU hace muy poco y por eso votaron por nosotros
, agregó.
La CSU se mantiene, no obstante, como el partido más votado aunque con sólo 37.3 por ciento de los votos en las elecciones regionales, según las últimas proyecciones de la cadena ARD. Esto supone un duro revés para el partido hermano de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel –que no concurre en Baviera en el acuerdo entre las dos agrupaciones– que hace cuatro años obtuvo 47.7 por ciento de los votos. En todo caso, el nivel más bajo de votación desde los años 50 del siglo pasado.
Esto no es un buen resultado, no hay nada que interpretar
, reconoció Horst Seehofer, presidente de la CSU y ministro del Interior, al mismo tiempo que anunció su deseo de seguir en el cargo, aunque se mostró abierto a discutir sobre posibles consecuencias personales.
El otro gran perdedor fue el Partido Socialdemócrata (SPD), socio del gobierno de coalición de Merkel, que obtuvo el peor resultado en su historia en este estado al lograr sólo 9.5 por ciento de los votos al pasar de segunda a quinta fuerza política en Baviera.
El resultado de las elecciones del segundo estado más poblado de Alemania es visto como una expresión del descontento de la población con la política de Berlín, apenas un año después de las elecciones generales y siete meses después de que Merkel lograra formar gobierno con los socialdemócratas tras difíciles negociaciones que se llevaron seis meses.
Fuente: La Jornada