De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el uso del efectivo para realizar transacciones ha incrementado en el periodo de diciembre de 2010 a diciembre de 2017.
El saldo de billetes y monedas como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) registró una tasa de crecimiento media anual de 5%, lo que ha significado un aumento de dos puntos porcentuales de un año a otro.
“La creciente importancia del uso del efectivo en comparación con las transferencias realizadas por medios electrónicos (por Internet o por teléfono) refleja la persistente popularidad del efectivo para realizar transacciones”, detalló el organismo.
Los datos de la novena edición del Reporte de Inclusión Financiera revelan que después del primer trimestre de 2014, el crecimiento del saldo de billetes y monedas en poder del público se aceleró.
Dicho cambio en tendencias coincide con la aplicación de la Reforma Fiscal, que pudo haber incidido en la conveniencia de usar efectivo El monto de las transferencias realizadas por medios electrónicos (por Internet o por teléfono) creció 11% de 2010 a 2017, con una tasa promedio de crecimiento anual de 2%; no obstante, disminuye como porcentaje del PIB en 8%, lo cual significó una caída de 15 puntos porcentuales, al pasar de 176 a 161 por ciento.
En el mundo
El reporte señala que en las economías avanzadas se está dando una transición acelerada hacia el uso de transferencias electrónicas, tarjetas de débito y crédito, dinero digital y monederos electrónicos, así como sistemas de pago utilizando dispositivos móviles, en sustitución del efectivo.
La CNBV refiere en su documento sobre Inclusión Financiera que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en enero de 2016, presentó el estudio Reducción de uso de efectivo e inclusión financiera en el que propone estrategias de política pública para impulsar la adopción de medios de pago electrónicos y reducir el uso de efectivo.
Históricamente, el efectivo ha sido el medio más usado por las sociedades para realizar sus transacciones.
Esta simpleza se ha asociado a costos bajos; sin embargo, el uso extenso de efectivo como medio de pago impone altos costos sobre las empresas y las familias, como son riesgo de pérdida, inseguridad, costos de transacción del dinero físico, costos de almacenamiento, administración y transporte de efectivo.
Explica que, para el gobierno, también representa costos, por el número de transacciones en efectivo que quedan sin registrar y no pagan impuestos.
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Los beneficios que el reporte documenta sobre el uso reducido de efectivo son menores costos de transacción; mejor registro de actividades comerciales; incremento de ingresos fiscales, ante un aumento de la recaudación vía impuestos al consumo; mayor ahorro privado; inclusión financiera de sectores de la población que no participan en el sistema financiero formal.
Fuente: Dinero en Imagen