El Gobierno del estado de Quintana Roo, sureste de México, desplegó una estrategia para combatir el inusual arribo de sargazo (alga) que sufren las playas de la Riviera Maya, entre ellas, el balneario de Cancún, en el Caribe.
Funcionarios de Turismo y Medio Ambiente de la entidad señalaron, en conferencia de prensa, que el Gobierno local invertirá otros 240 millones de pesos (unos 12,6 millones de dólares) para atender el problema.
Entre las acciones están: vigilancia y contención en mar, la recolección en tierra, los usos, disposición final de la macroalga y la búsqueda de financiación.
Además, la investigación conjunta de instituciones de México y otros países, entre ellos la colaboración con la Universidad de Texas en Galveston y con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
La secretaria de Turismo de Quintana Roo, Marisol Vanegas, dijo que pesar del sargazo «el producto turístico sigue intacto» al tiempo que señaló que «ni en toda las playas, ni todos días, ni toda la costa» se reporta presencia de sargazo.
Recordó que de todo el litoral, unos 80 kilómetros están destinados a fines turísticos particulares, que los mantienen «con un alto grado de limpieza todo los días».
El secretario estatal de Ecología y Medio Ambiente, Alfredo Arellano, destacó avances en la contención al reportar la captura de una buena parte del sargazo mediante barreras ecológicas instaladas esta semana en Punta Nizuc, Cancún, y que cubrirán una extensión de 27 kilómetros.
«Estamos diseñando una estrategia de largo plazo, sabemos que este fenómeno no se va terminare este año y será recurrente en los próximos años», apuntó Arellano.
El funcionario adelantó que a mediados de octubre Quintana Roo albergará un encuentro con expertos de 19 países donde se expondrán las buenas prácticas y diversas acciones para evitar el arribo masivo de sargazo.
El especialista en Medio Ambiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Cuauhtémoc León, señaló la posibilidad de desarrollar en un futuro «alertas tempranas» sobre desplazamientos anormales del sargazo.
La macroalga llega al Caribe desde dos fuentes principales: el Mar de Sargazo, en el Triángulo de las Bermudas y una nueva zona, al norte del ecuador terrestre, donde se acumulan frente a la costa de Brasil para adentrarse en el Caribe.
El sargazo en las playas es indicador de contaminación y aumento del daño causado por la actividad humana en mares y costas caribeñas, en donde hay asentamientos irregulares e inadecuado tratamiento de aguas negras y grises.
Según especialistas de la UNAM, si la «invasión» de la macroalga no se atiende «pronto» podría convertirse en un «desastre ecológico» de grandes dimensiones y pondría en riesgo la industria turística de la región.
Fuente: Reportur