En la presente administración México perdió posiciones de competitividad mundial en todos los campos referentes a infraestructura de transporte debido a que el país centró la mayor cantidad de esfuerzos y recursos en un par de proyectos de inversión de gran envergadura (el Tren México-Toluca y el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM), en detrimento de otros, principalmente carreteros, señala un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).
Explica que los proyectos dejados de lado en su mayoría no son espectaculares, pero sí indispensables para el desarrollo de la actividad productiva
y refiere que según organismos como el World Economic Forum (WEF) la insuficiente oferta de infraestructura es uno de los principales factores que inhiben los negocios en México, incluso por arriba de la falta de fuerza de trabajo calificada y de la inestabilidad política.
Fuente: Excelsior