El barco Ocean Viking llevó a cabo ayer un nuevo rescate en el Mediterráneo y salvó a otros 105 migrantes, según confirmaron SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras (MSF), con lo que suman ya 356 personas a bordo.
Ambas organizaciones publicaron un mensaje en Twitter en el que hablan de un “rescate crítico”.
“Minutos después de que se distribuyeron chalecos salvavidas estalló un tubo de goma en la frágil embarcación en la que iban los migrantes, que provocó que la gente cayera al agua”, detallaron.
“Los 105 se encuentran ahora a salvo en el Ocean Viking, que transporta un total de 356 migrantes”. El domingo habían rescatado a 81 y la situación se vuelve difícil, pues el límite de carga del navío está calculada en unas 200 personas.
“El Ocean Viking es un barco de emergencia. No tenemos la capacidad para atender médica y sicológicamente a estas personas de manera prolongada”, alertó el sábado Hannah Wallace, responsable de comunicación de MSF.
Agregó que dado que ningún país ha ofrecido la oportunidad de desembarcar, “el Ocean Viking continuará patrullando las aguas del Mediterráneo Central, ya que puede haber otras embarcaciones en peligro”.
Asimismo, resaltó que se habían “iniciado contactos con las autoridades marítimas que coordinan los rescates en esta área”, al tiempo que descartó a Libia como opción por temor a violaciones a los derechos humanos de los migrantes.
En tanto, nueve de los 160 migrantes rescatados por el barco de la ONG española Proactiva Open Arms desde hace 12 días en el Mediterráneo, fueron desalojados en las últimas horas para recibir atención sanitaria por las autoridades de Malta e Italia.
Se trata de dos mujeres con problemas de salud y siete de sus familiares, que las acompañan para evitar un mayor deterioro de su estado de ánimo.
La ONG pidió a la embajada española en Malta asilo para los 31 menores que se encuentran en la embarcación, sin que haya obtenido respuesta.
La Organización Internacional para las Migraciones calcula que en lo que va de año, más de 840 personas han muerto al navegar en el Mediterráneo en embarcaciones endebles; de ellas, unas 576 intentaban alcanzar las costas de Italia o Malta.
La Jornada