Los fiscales de la operación Lava Jato actuaron para evitar tensiones entre el actual ministro brasileño de Justicia, Sergio Moro y la Suprema Corte porque las investigaciones corrían el riesgo de paralizarse, según nuevos mensajes privados publicados este domingo por el diario Folha y The Intercept.
Estos nuevos mensajes, que han puesto en tela de juicio la imparcialidad en el caso Lava Jato, que llevó a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, fueron publicados por ambos medios, los cuales tuvieron acceso a las conversaciones mantenidas durante años entre fiscales y jueces.
Según Folha, los mensajes muestran que los fiscales y Moro temían que el entonces magistrado de la Suprema Corte Federal, Teori Zavascki, quien falleció en un accidente aéreo en 2017, repartiera las investigaciones bajo el control de Moro en Curitiba (sur de Brasil) en un momento considerado «crítico».
Señaló que el incidente habría sido causado por un equívoco de la Policía Federal en marzo de 2016, cuando adjuntó a los autos de una investigación algunos documentos referentes al caso Odebrecht sin preservar su sigilo, lo que conllevó a la divulgación del material por la prensa brasileña.
Moro envió un mensaje al fiscal y coordinador de la Lava Jato, Deltan Dallagnol, quejándose de la Policía, de la que dijo que no podía «cometer esa clase de error”.
En una de las conversaciones, Moro alertó a Dallagnol de que, sin el sigilo, tendría que someter al Supremo al menos una de las investigaciones bajo su control y citó el caso del publicista del PT Joao Santana.
En otro fragmento de los diálogos publicados por Folha, Moro manifestó que temía «presiones» para que su conducta fuera analizada por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), a lo que Dallagnol respondió que hablará con el representante de la Fiscalía en dicho Consejo.
Sobre los nuevos mensajes, el Ministerio de Justicia rechazó la autenticidad de mensajes obtenidos de forma criminal y que pueden haber sido editados o adulterados total o parcialmente».
«La invasión criminal de teléfonos móviles de autoridades públicas es objeto de investigación por parte de la Policía Federal», señaló el ministerio en un comunicado.
La difusión de los mensajes pone en tela de juicio la imparcialidad de la operación Lava Jato, que tras su lanzamiento en 2014 ha condenado ó sentado en el banquillo de los acusados a cientos de políticos y empresarios implicados en una red de corrupción centrada en Petrobras.
La Jornada