Las fuertes lluvias que cayeron entre el viernes y el sábado en Paraguay dejaron un muerto y agravaron la extraordinaria crecida que registra el río Paraguay desde abril pasado, informaron las autoridades.
Los niveles de ese río subieron entre 10 y 17 centímetros en apenas unas horas, tras la tormenta que azotó gran parte del país.
Las ciudades más castigadas son Asunción, la capital y Pilar, 300 kilómetros al sur de ésta, indicó el titular de la Secretaría de Emergencia Nacional, Joaquín Roa.
En Pilar, un maestro falleció de un ataque cardíaco tras caer a un canal de agua cuando iba a impartir clases, reportó la policía.
La Dirección de Meteorología emitió este sábado una nueva alerta por tormentas, y el Ministerio del Interior exhortó a la población de Asunción a permanecer en sus casas.
El viernes, gigantescos raudales arrastraron decenas de vehículos estacionados en distintos puntos de la capital, donde no se registraron fallecimientos hasta ahora.
Mario Ferreiro, intendente (alcalde) de Asunción, pidió al Gobierno que declare emergencia en todo el país para hacer frente a las cuantiosas pérdidas que arrojan las inundaciones acompañadas de las lluvias y tormentas.
«Esto no es algo que afecta solamente a Asunción. Hay 19 ciudades con grandes pérdidas. Hay más de 2.5 millones de personas afectadas por el temporal», remarcó este sábado en conferencia de prensa.
Ferreiro opinó que una declaración de emergencia nacional «ayudará a acelerar los trabajos de reconstrucción y coordinar acciones» con el Gobierno.
«No sabíamos que la tormenta iba a llegar con tanta fuerza a Asunción. Tenemos reporte de varios e importantes daños», señaló, entre otros, calles intransitables, semáforos sin funcionar y prolongados apagones.
En varias zonas de la vasta región del Chaco central, 400 kilómetros al noroeste de Asunción, las rutas de acceso están cerradas y fuerzas militares utilizan helicópteros para transportar víveres a los damnificados.
La Jornada