Hay dos personas dentro de mí. Quisiera ser María, pero debo estar a la altura de Callas. Lidio con las dos tanto como puedo. Me gusta pensar que van juntas, porque Callas fue María. En mi canto y mi trabajo, lo que soy siempre ha estado presente. No he sido falsa; he luchado con honestidad. Si alguien intenta escucharme seriamente encontrará todo lo que soy…”
Esto lo comentó alguna vez María Callas, la más grande cantante de ópera de todos los tiempos, cuya vida, dentro del mundo del prejuicio, ha sido calificada como una novela trágica.
A 40 años de su muerte, voz e imágenes de Callas son rescatadas, y en sus propias palabras cuenta por primera vez su historia. Esto gracias a la película-documental María por Callas, que revela un lado poco conocido de ella y que desde el pasado viernes se exhibe en México.
El autor es el francés Tom Volf, quien hace pocos años apenas sabía algo sobre la ópera y María Callas.
Un día, cuenta en una entrevista con La Jornada, acudió por casualidad a un concierto de ópera en Nueva York, del cual salió en éxtasis
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Empezó a buscar información sobre el género y encontró unas grabaciones de Callas (Nueva York, 1923-París, 1977). “Cuando llegué a casa esa noche, empecé a buscar todo sobre la ópera italiana y me encontré a María, una grabación de ella cantando Lucia de Lammermoor, de Gaetano Donizetti”.
Dice que al escuchar sintió a una artista que usaba sus propias emociones como mujer para dar vida a los personajes que interpretaba. El nivel de emoción que experimentó fue tan profundo que, aun sin conocer la ópera, sin conocer la historia, sin ser un amante de la la música clásica, de repente percibió todas las emociones de esa mujer. Esa experiencia fue tan magnífica que le hizo comenzar este viaje de cinco años: su documental.
Recuerda que aquella noche, además de escuchar su repertorio, leyó mil artículos sobre ella
, por lo que decidió colocarla como protagonista absoluta de su vida. El resultado es este filme, el cual Volf construyó con entrevistas (muchas nunca reveladas), y cartas enviadas a sus amigos, sus amores y sus familiares.
La historia tiene un hilo conductor: una entrevista que la artista dio a David Frost en 1970. En ella se muestra divertida, sensata; se quita la máscara y aparece vulnerable, pero también independiente. Es una charla en la que expone su dualidad.
–¿Cómo logró captar la dualidad de María Callas?
–Fue una de las primeras cosas que me interesaron. Ese aspecto fue lo que le dio título a la película. Vino de una entrevista, al parecer perdida desde hace 50 años, que dio a David Frost y en la cual se decía a sí misma que había dos personas dentro de ella: María y Callas. Me di cuenta de que esa dualidad fue el motivo central de toda su vida. Ella sacrificó a María por Callas o a Callas por María y eso tuvo que sobrellevarlo. Nunca pudo ser totalmente María: un simple humano que no tuvo una vida feliz.
En opinión de Volf, quien es fotógrafo de moda y realizador de documentales para televisión, siempre es más interesante tener un viaje con un personaje en sus propias palabras que a un actor o a una actriz que lo caracterice. Traté de llevar a Callas al público para que tuviera un diálogo directo con ella y no con un actor o actriz
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–Muchos dicen conocerla por su música. ¿Qué puede decirnos de la mujer tras la máscara?
–Es de lo que trata todo el filme, que desentraña a la mujer tras la leyenda. La película es sobre María revelada detrás de Callas. Versa acerca de una mujer muy vulnerable y que estaba en busca del verdadero amor.
Abunda: quise que las personas, al salir de la sala, tuvieran el sentimiento de que habían llegado a conocerla, o al menos, a descubrirla o redescubrirla
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–¿Cómo no traicionar la figura de María Callas?
–Usando al ciento por ciento sus propias palabras, no sólo entrevistas y grabaciones; esa fue mi garantía, porque ella fue traicionada por las personas que hablaron o escribieron en su tiempo falsedades.
Una perfeccionista
–Callas fue una profesional que trabajó muy duro. Se confundía su rigor y disciplina con un mal carácter. ¿Qué opina?
–Era una perfeccionista que estaba completamente dedicada a la música, la cual quería llevar a su público a los más altos niveles. Cuando las personas querían comprometer eso y llevarlo a un nivel menor, ella no lo aceptaba y ese rigor, ese profesionalismo y disciplina, se transformaban en una reputación de tener mal carácter, lo que es completamente falso.
Nadia Stancioff, una de las personas que más conoció a María Callas y quien publicó un libro sobre ella, fue esencial en el filme.
Volf asegura que para este proyecto se necesitaría conocer a toda la gente que fue cercana a la soprano, como Stancioff, por lo que buscó a personas alrededor del mundo cerca de dos años. Fui privilegiado de conocerlas, porque ellas nutrieron el trabajo, no sólo diciéndome cómo era, sino también confiando una gran cantidad de material incluido en la película
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La Jornada