La reforma laboral que se discute en la Cámara de Diputados no incluye la regulación de los Outsourcing, tema que debe atenderse a la brevedad ya que creció de manera exponencial durante el sexenio pasado, sostuvo el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).
En un informe sobre este tema elaborado por esta agrupación, recalcó que la mayoría de quienes son contratados bajo esta modalidad son mujeres y jóvenes.
Aunque hay casos en los que la subcontratación es “razonable”, en la mayoría de los casos se utiliza como una forma de evadir pagos de prestaciones a los trabajadores, sostuvo el director del CILAS, Héctor de la Cueva.
Detalló que dentro de los foros que se realizaron en San Lázaro para abordar la futura reforma en la materia, no se definió el alcance que ésta debe tener, por ello, propuso que se considere al menos tres niveles de regulación que eviten abusos a los trabajadores, ya que reconoció que difícilmente se podrá prohibir la subcontración en el escenario laboral actual.
Entre las medidas, planteó que se establezca que “las empresas no puedan contratar personal, por fuera, si es para la naturaleza propia de la empresa”, es decir, que todos los empleados que laboren directamente en la elaboración de los productos o servicios que una empresa ofrece sean contratados de forma directa.
También propuso que se garantice “el derecho de cualquier trabajador al gozar de las prestaciones que ofrece la empresa beneficiaria (a sus empleados directos), que la reforma que establezca derechos a los trabajadores e igualdad de percepciones”. Además, subrayó que se debe reforzar la supervición laboral, ya que “es uno de los mecanismos más flojos en el país”, a la vez que haya “una decisión política para hacer cumplir el límite y evitar abusos”.
Por su parte, Luis Rangel, investigador del CILAS, explicó que a pesar de que es una vía de contratación que creció en los últimos seis años, no hay cifras precisas de ninguna institución que confirme la magnitud que alcanza en la actualidad, pero de acuerdo a las cifras de 2014 del INEGI, las personas no contratadas por la Razón Social directa en la que trabajan, fue de casi nueve millones de personas.
Agregó que los rubros en los que se han detectado en mayor medida contrataciones bajo outsourcing es en la preparación de alimentos y recientemente al interior de instituciones bancarias.
Fuente: La Jornada