Los hijos de Joaquín Guzmán Loera asesinaron al periodista Javier Valdez, declaró Dámaso López Núñez, El Licenciado, al testificar en el juicio contra su ex socio, El Chapo, y subrayó que si antes no lo sabía, ahora sí, su “compadre” estaba enterado de la verdad.
En su segundo día de interrogatorios, uno de los abogados defensores abordó el tema de Valdez por primera vez en este juicio, y al responder El Licenciado -como testigo colaborador de la fiscalía- aclaró que nunca conoció personalmente al “prestigiado y conocido periodista sinaloense”. Procedió a dar su versión del asesinato de quien era corresponsal de La Jornada y fundador de Ríodoce.
Preguntado si tuvo que ver con la muerte de Valdez, López Núñez aseguró que no, ya que el periodista fue asesinado “bajo órdenes de los hijos de mi compadre, Iván, Alfredo….”.
El abogado defensor Eduardo Balarezo preguntó si Ríodoce había publicado un artículo crítico de su hijo, Dámaso López Serrano, el Mini Lic, el testigo indico que eso se publicó “por órdenes de los hijos de mi compadre”
Entonces, preguntó la defensa, se podría suponer que su hijo tampoco fue responsable del asesinato, y El Licenciado le respondió al abogado: “supone usted bien”.
Explicó que un “periodista reconocido”, Ciro Gómez Leyva, reportó que “yo había emboscado a los hijos de mi compadre y que uno estaba herido muy grave”. Enfatizó: “eso era falso”.
Contó que “cuando el periodista [Valdez] me buscó, vi la oportunidad de darle una entrevista por teléfono” (El Licenciado estaba en la cárcel) para responder a eso. Pero los hijos de El Chapo se enteraron y “eso no les pareció bien”, agregó López Núñez.
“Pregunten en Culiacán, todos les van a decir que los hijos de mi compadre amenazaron la casa editorial y obligaron al señor [Valdez} a que no sacara la entrevista.. Pero cumpliendo con su ética de periodista, él la publicó, desobedeciendo las órdenes y por eso lo mataron”, afirmó.
Acusó que los hijos de El Chapo estaban “coludidos” con el gobierno (no preciso cuál) y reiteró que él y su hijo :”somos inocentes del asesinato de ese hombre. Esa es la verdad”.
Y concluyó: “Quizá no lo sabía mi compadre, pero ya lo sabe”.
Emma acusada
Poco antes, al inicio de esta 33 audiencia de este juicio contra Guzmán Loera, López Núñez implicó directamente a la esposa de El Chapo, Emma Coronel -presente en el jucio-, como cómplice clave en la fuga de su esposo del penal del Altiplano en julio de 2015.
Detalló cómo ella actuó como mensajera de su esposo y coordinó, junto con los hijos de El Chapo, los preparativos entre 2014 y 2015 para su famosa fuga. “Mi comadre” Emma, informó, convocó a reuniones con él y los hijos de Guzmán, trasmitió mensajes de su esposo, giró instrucciones y supervisó la compra de un terreno cercando al penal, la construcción del túnel a la celda, la compra de un almacén que sirvió de primera escala para el escape y el eventual vuelo de regreso a su tierra en la sierra de Sinaloa.
Ofreció detalles, como buscar un reloj con GPS que podría guiar a los excavadores del túnel a la celda de El Chapo. Poco antes de completarse el túnel, dijo, Guzmán reportó que se escuchaba mucho ruido bajo su celda y que de hecho otros reos se quejaban del ruido.
Llegó el día: desapareció de su celda, bajo al túnel, alguien manejó la moto para la salida, de ahí el capo fue trasladado al almacén, luego a Querétaro, y de ahí por avión de regreso a La Tuna en la sierra de Sinaloa para llegar al lugar que El Chapo llamaba “El Cielo”.
Poco después, llegó El Licenciado junto con El Mayo Zambada para platicar con El Chapo, “todos felices” por la hazaña.
Meses después cuando fue capturado de nuevo El Chapo y colocado de nuevo en Altiplano, Coronel entregó nuevamente un mensaje de El Chapoal Licenciado indicádole que deseaba fugarse de nuevo, y se empezaron a hacer preparativos otra vez. Pero un mes después, El Chapo fue trasladado a un penal en Ciudad Juárez, y ahora el objetivo era buscar cómo regresarlo a Altiplano.
Coronel le informó al Licenciado que el entonces director de penales federales ya había recibido un pago de 2 millones de dólares, para facilitar el plan, pero El Chapo “ya no regresó”.
Por culpa de los hijos
López Núñez reiteró lo que declaró el primer día en el banquillo de testigos que él “no participó”, como se supone, en la primera fuga de El Chapo del penal de Puente Grande. Admitió que fue ahí, cuando él era subdirector de ese penal, donde se conocieron.
El Chapo le pidió un favor de facilitar el ingreso de una de sus ex esposas a esa cárcel y después le consiguió un teléfono. Guzmán se lo agradeció con un pago de unos 10 mil dólares y posteriormente le regaló una casa. Pero recordó que él ya no trabajaba ahí cuando se fugó el reo en un carrito de lavandería.
Rechazó que hayan sido sobornos, más bien agradecimientos por ayudar a quien sería “mi compadre”.
El resto de su testimonio hoy se dedicó a diversos detalles sobre su trabajo como mensajero y operativo de El Chapo, incluyendo el transmitir órdenes de asesinato de traidores, secuestros, como el manejo de “la empresa”, o sea los negocios del cártel de Sinaloa incluyendo la droga, armas y relaciones con otros narcotraficantes y, como parte de todo esto, su relación de cooperación y después guerra con los hijos de El Chapo.
Acusó que él estaba presente en este tribunal obligado a testificar contra su “compadre” -a pesar de que afirmó que “lo quiero”, que había sido tanto su compadre como “mi patrón” y que “tenía un cariño especial para él” después de tanto trabajo juntos- por culpa de los hijos de El Chapo.
“Yo estoy aquí porque los hijos [de Guzmán) me pusieron aquí”, afirmó, al indicar que ellos querían matarlo a él y su familia.
López Núñez está sentenciado a cadena perpetua al declararse culpable de cargos federales de narcotráfico, pero firmó un acuerdo de cooperación con la fiscalía donde a cambio de su testimonio bajo juramento (lo cual implica que si comete perjurio, se anula el acuerdo), podría lograr reducir su condena.
Fuente: La Jornada