Un mensaje que reportó que un grupo de personas estaba muriendo de hambre, y que se cree envió alguien que vivía dentro de un campamento improvisado en Nuevo México, condujo al hallazgo de 11 niños que permanecían en condiciones precarias de salud, higiene y alimentación.
Los agentes del Departamento de Policía del condado de Taos informaron que los menores, de entre 1 y 15 años de edad, fueron rescatados del campamento, ubicado en la pequeña localidad de Amalia, en una zona aislada en el desierto cerca del límite de Nuevo México con Colorado, y entregados a funcionarios estatales de bienestar infantil.
Además, cinco adultos fueron encontrados en el lugar: tres mujeres, posiblemente madres de los niños, y dos hombres, identificados como extremistas musulmanes, quienes estaban armados con un rifle AR15, cinco cargadores de 30 cartuchos y cuatro pistolas cargadas, informó la oficina del alguacil.
La policía describió el sitio del cautiverio como un pequeño remolque semienterrado y cubierto con plástico, rodeado por llantas, sin agua ni electricidad.
Hogrefe detalló que los niños, “estaban tan delgados que se les veían las costillas. Tenían muy poca higiene y estaban muy asustados. Estaban en las condiciones de vida y de pobreza más tristes que haya visto”.
Los dos hombres armados fueron identificados como Lucas Morten y Siraj Wahhaj, quienes fueron aprehendidos en el lugar; en tanto, las mujeres fueron puestas en libertad.
“Sabíamos que era probable que los ocupantes estuvieran fuertemente armados y eran considerados extremistas de la creencia musulmana”, agregó la oficina del alguacil en un comunicado.
Fuente: Excelsior