Con la película King Kong surgió la duda de si en realidad existió un gorila gigante de ese tipo. La única especie similar fue uno de tres metros que desapareció hace 300 mil años, llamado Gigantopithecus.
El gorila era vegetariano y aparentemente inofensivo, a pesar de ser el simio más grande de la Tierra. Los investigadores creen que vivió en Eurasia durante la época prehistórica.
Estos datos se saben gracias a que, en una cueva de China, un equipo de paleontólogos encontraron un fósil molar de hace dos millones de años.
Después de realizar varias pruebas se supo que los restos pertenecen al Gigantopithecus, un género extinto de los primates homínidos. El estudio de este fósil representa una pieza clave para estudiar la cadena evolutiva de los seres humanos.
La investigación ya fue publicada en la revista científica Nature. A partir de la cadena genética, los científicos deducen que se trató de un ejemplar hembra.
La especie más cercana en la actualidad son los orangutanes y no los gorilas. La dieta de estos animales prehistóricos estaba basada en bambú y frutas de temporada.
Con los huesos encontrados de estos primates se asume que su extinción se debió a un cambio importante en el clima de su hábitat y por problemas de adaptación no pudo sobrevivir.
¿Se parecía a King Kong?
La película King Kong trata de un grupo de exploradores que visitan una isla para investigar todo lo relacionado con las leyendas de un gorila gigante llamado King Kong.
Al llegar encuentran una jungla llena de criaturas prehistóricas. Aunque se han hecho varias versiones de la película, todas coinciden en el tamaño del simio que representa a King Kong. Una de las escenas icónicas fue la de la película de 1933 cuando King Kong sube a lo alto del Empire State en Nueva York.
HERALDO DE MÉXICO