Un plan financiero de emergencias puede hacer la diferencia en los momentos más complicados. A continuación te presentamos varias recomendaciones que puedes poner en práctica para crear un plan que te respalde en estas situaciones.
Divide tu ahorro
Es importante que cuentes con un ahorro mensual el cual deberás dividir en dos partes: el ahorro para el futuro y el fondo de emergencia a los cuáles destinarás un 20 por ciento de tus ingresos mensuales, 10 por ciento a cada uno.
El ahorro para el futuro lo destinarás a las metas a largo plazo, por ejemplo, comprar una casa, pagar los estudios o para tu retiro. En tanto, el fondo de emergencia te ayudará en caso de que ocurra algún percance.
Analiza tus gastos
Una vez dividido tu ahorro, define cuánto debes ahorrar en tu fondo para emergencias. Especialistas recomiendan que sean de entre tres a seis meses de tus gastos, por lo que debes hacer un presupuesto, analizar tus gastos y establecer una meta de ahorro.
Deja de lado gastos innecesarios
Para lograr un ahorro deberás prescindir de todo aquello que signifique gastos extras en tu estilo de vida y considerar qué gastos sí son esenciales y cuáles no lo son.
Despídete de los gastos hormiga, cómo cigarros, taxis, café, y así lograrás tener más dinero disponible para los gastos indispensables del día a día.
Adquiere un seguro
Contar con un seguro es un gran apoyo para protegerte ante emergencias y lidiar con los gastos, al otorgarte una suma de dinero en caso de algún percance, dependiendo de las características que el producto que contrates.
Algunos seguros de vida cuentan con componentes de inversión o planes de ahorro, los cuales pueden ayudarte a alcanzar tus metas a largo plazo, así como prevenir tu retiro.
Crea un apartado en tu cuenta
Si eres de las personas a quienes se les dificulta ahorrar, crea un apartado en tu cuenta bancaria que descuente automáticamente la cantidad a ahorrar cada mes.
Así dejarás de lado cualquier tentación de gastarlo. También puedes recurrir a un seguro de ahorro al que podrás realizar aportaciones constantes.
Como puedes ver, estar preparado para enfrentar una emergencia no es tan difícil, solo debes tener claros tus objetivos, ahorrar constantemente y usar tus ahorros cuando sea necesario.
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