Los accidentes vehiculares que en México ocurren principalmente por conducir en estado de ebriedad, por ir a exceso de velocidad o por no ceder el paso al peatón, le cuestan a México 3% de su PIB, de acuerdo con reporte de la Fundación Aleática para la Seguridad Vial.
“Las lesiones causadas por el tránsito ocasionan pérdidas económicas considerables para las personas, sus familias y los países en su conjunto”, destaca la organización en los resultados del estudio que realizó recientemente y en el cual aclara que el costo de 3% del PIB es una estimación del Instituto Mexicano del Transporte.
Las pérdidas, expone la fundación, son consecuencia de los costos del tratamiento y de la pérdida de productividad de las personas que mueren o quedan discapacitadas por las lesiones.
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Asimismo, a la pérdida se suma el menor tiempo de trabajo o de estudio que los familiares de los lesionados tienen debido a que deben atender a los pacientes, añade.
En el caso de México, además de la conducción en estado de ebriedad, otras de las principales razones de los accidentes viales son el no usar el cinturón de seguridad, no respetar las señalizaciones, utilizar el teléfono al manejar, conducir con sueño, invadir carriles y realizar maniobras arriesgadas, detalla el informe.
Los decesos más recurrentes
La mayoría de las defunciones que se registran en México por un accidente vial corresponden a peatones, dice Aleática, mientras que en segundo lugar se encuentran los motociclistas.
Los registros más recientes indican que en el 2020 unas 2,536 personas fueron atropelladas fatalmente en México y que también en ese periodo 1,982 motociclistas perdieron la vida en accidentes viales.
Y aunque México entabló desde el 2003 compromisos con la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud con el objetivo de reducir las muertes ocasionadas por accidentes viajes, solo ha alcanzado un logro parcial, dice Aleática.
Al año 2020, las defunciones de peatones se han reducido 44%, pero las de moticiclistas se han elevado 29%, precisa.
Fuertes revelaciones
Según un sondeo realizado como parte de la investigación de Fundación Aléatica, la mayoría de los mexicanos dijeron conocer las reglas de tránsito, pero la mitad admitió que nos las cumple.
Asimismo, el 66% dijo haber aprendido a conducir con la enseñanza de un familiar o amigo, lo que puede indicar que las malas prácticas se transmiten de generación en generación.
Respecto al uso de la licencia de conducir, el sondeo descubrió que 5 de cada 10 mexicanos consideran que no es peligroso manejar sin ella.
Por tanto, en sus conclusiones, Aleática expone que en México se requiere un cambio cultural en el sistema de seguridad vial, el cual se puede lograr con la colaboración del sector privado, público y civil.
Se necesita, puntualiza, el establecimiento de altos estándares en la construcción y mantenimiento carretero, y que se contribuya a tener vías más seguras.
FORBES
