Una estudiante sudafricana de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT) ha desarrollado el primer «bioladrillo» del mundo fabricado a partir de orina humana, según informó hoy la institución educativa.
El producto resultante es mucho más ecológico que los ladrillos tradicionales -que deben ser cocidos a temperaturas de más de 1,000 grados, lo que genera mucho dióxido de carbono- y su creadora es la estudiante de máster Suzanne Lambert, con apoyo del también estudiante Vukheta Mukhari y la supervisión de los profesores Dyllon Randall y Hans Beushausen.
El bioladrillo se obtiene a partir de un proceso llamado precipitación carbonatada microbiana, similar al que permite formar las conchas de mar, según detalló la UCT en un comunicado difundido hoy a través de sus redes sociales.
Los componentes de la orina se combinan con granos de arena en un proceso en el que una bacteria desemboca en la producción de carbonato de calcio a través de una «compleja reacción química».
Esto cimenta la arena adaptada a cualquier forma, sea una columna sólida o ahora, por primera vez, en un ladrillo rectangular», indica el texto.
La dureza del material resultante se puede regular en función de las necesidades de uso.
Los responsables del hallazgo consideran que la orina es una especie de «oro líquido» que no se aprovecha y señalan, además, que los componentes no usados en este proceso son muy útiles para la creación de fertilizantes.
La creación de bioladrillos con urea tiene precedentes en Estados Unidos pero, de acuerdo con la UCT, esta es la primera vez que se hace a partir de orina humana real.
Lambert también da crédito en su descubrimiento a Jules Henze, un estudiante suizo con el que trabajó durante 2017 en la base fundacional de este proyecto.
Fuente: Excelsior