La llamada Época de Oro del Cine Mexicano es un periodo que comenzó en el año 1936, con el estreno de la cinta «Allá en el Rancho Grande» y se tiene considerado que culminó en 1956, exactamente 20 años después; dentro de este fueron muchas las mujeres que figuraron por su talento y belleza, pero sólo algunas han quedado en la memoria colectiva por hacer una diferencia.
María Félix
María de los Ángeles Félix Güereña nació en Álamos, Sonora, el 8 de abril de 1914. Sus padres fueron Bernardo Félix Flores, militar y político, y Josefina Güereña Rosas. Tuvo 11 hermanos, y mucho se ha hablado de la fuerte relación que tenía con uno de ellos, al grado de que su madre decidió separarlos. Fue descubierta por el director Miguel Zacarías, con quien debutó en el cine en 1942, con el papel protagónico en la película «El peñón de las ánimas«, en la que compartió créditos con Jorge Negrete.
Fernando Palacios la hizo estudiar arte dramático, y fue con él que consiguió su primer éxito importante en «La mujer sin alma», tan sólo un año después de su debut; fue la cinta con la que se creó la imagen de mujer bella y altiva. En el mismo año, 1943, se le dio el estelar de la cinta «Doña Bárbara«, de donde vino su mote con el que a la fecha es recordada, y papel con el que también comenzó a romper estereotipos, al dejar lado los personajes de mujer abnegada y sumisa.
María Félix es una de las mujeres que marcaron una diferencia en el Cine de Oro, con cosas tan simples como usar pantalones, algo que para la época fue criticado. Llamada «la mujer más hermosa del mundo» en revistas internacionales, en México siguió conservando una imagen de mujer inalcanzable hasta el día de su muerte, el 8 de abril de 2002, cuando falleció mientras dormía y el mismo día en que cumpliría 88 años.
Dolores del Río
María Dolores Asúnsolo y López Negrete de Martínez del Río, nació en Durango, el 3 de agosto de 1904. Hija de Jesús Leonardo Asúnsolo Jacques, director del Banco de Durango, y Antonia López Negrete, perteneciente a una de las familias más ricas del país, cuyo linaje se remontaba a España y la nobleza virreinal. Por parte de su madre, era prima del cineasta Julio Bracho y de los actores Ramón Novarro y Andrea Palma.
Afirman que fue su belleza la que llamó la atención del director estadounidense Edwin Carewe, que había realizado una visita de cortesía a la familia Del Río, pero el cineasta quedó también impresionado por la personalidad de la joven y la invitó a interpretar un pequeño papel en la película que estaba trabajando, decisión que la llevó a ser reconocida como la primera mexicana que triunfó en Hollywood durante las décadas de 1920 y de 1930.
El gran éxito de la diva del cine la mantuvo en Estados Unidos desde 1925 hasta 1942, tiempo en el que trabajó en casi 30 películas y se convirtió en una de las figuras más reconocidas, años después, ya con un nombre como estrella, regresó a México, en donde destacó por sus personajes, como el que hizo en «Las Abandonadas», al representar a una mujer que se queda sin pareja y al cuidado de su hijo.
La actriz también fue protagonista de una de las cintas que causó polémica por tratar temas como el aborto y las enfermedades mentales, con lo que rompió estereotipos, nos referimos a «El niño y la niebla», historia basada en la obra de Rodolfo Usigli, que se estrenó en el año 1953, en la que da vida a Marta, una mujer que vive obsesionada con la esquizofrenia que padecieron su madre y su hermano, lo que la lleva a evitar el contacto íntimo con su pareja para no tener hijos.
En 1978, Dolores del Río fue diagnosticada con osteomielitis, y en 1981, con Hepatitis B. El 11 de abril de 1983, la diva del Cine de Oro falleció a los 78 años en Newport Beach, California, Estados Unidos, a causa de insuficiencia hepática.
Silvia Pinal
Silvia Verónica Pasquel Hidalgo nació en Guaymas, Sonora, el 12 de setiembre de 1931. Fue la última de cuatro hermanas, hija de María Luisa Hidalgo y Moisés Pasquel. Debutó en el Cine de Oro en el año 1949 con un papel en la cinta «El pecado de Laura», donde trabajó junto a Rafael Banquells, su esposo en ese momento, con quien se casó a los 17 años. Le siguió el filme «Bamba», y tuvo un papel pequeño en «Escuela para casadas».
Silvia Pinal participó en toda clase de géneros, además, trabajó al lado de grandes figuras de la época, como David Silva, Estela Pavón, Marga López, Elsa Aguirre y Pedro Infante; entre muchos otros. El papel que la consolidó como actriz fue «Un extraño en la escalera». Recibió su primer Premio Ariel por su actuación en «Un rincón cerca del cielo» (1952), donde trabajó junto a Pedro Infante. Pero fue «Locura Pasional» de 1955, la cinta que le otorgó el galardón como mejor actriz.
La actriz, que comenzó una famosa dinastía de mujeres en el espectáculo, rompió los estereotipos de la mano de Luis Buñuel, de quien se volvió su musa, interpretando personajes con los que dio mucho de qué hablar, como sucedió con la película «Viridiana», que a pesar de haber obtenido premios, fue censurada por el Vaticano, y rechazada en países como España, pero también podemos mencionar la cinta «El ángel exterminador» y «Simón del Desierto», con las que demostró que no tenía miedo a hacer algo diferente para la época.
HERALDO DE MÉXICO