De acuerdo con el informe Evaluación de Política de Desarrollo Social 2018 del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), para 2016 las personas en situación de pobreza en México fueron 53.4 millones, es decir, el 43.6% del total de la población.
Mientras, las personas en pobreza extrema alcanzaron 9.4 millones, lo que representa el 7.6% de la población.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), considera que “una medida de la pobreza extrema y la pobreza total basada en el costo de adquirir canastas básicas específicas a cada país, en lugar de la línea de ‘1 dólar por día'».
Para distinguir entre el concepto de Pobreza extrema y Pobreza, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), expone lo siguiente:
Pobreza
Una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social (en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
Pobreza extrema
Una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando tiene tres o más carencias, de seis posibles, dentro del Índice de Privación Social y que, además, se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo. Las personas en esta situación disponen de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana.
Fuente: Dinero en imagen