Si la enfermedad de Covid-19 permanece en cualquier país, resurgirá y prolongará la crisis económica y de salud que ya afecta al mundo porque “donde quiera que ataca, aumenta la injusticia y la desigualdad”, coincidieron en señalar especialistas en Salud de cuatro continentes, al hacer un llamado a la solidaridad internacional.
Añadieron que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que este año, entre 42 y 66 millones de niños, caerán en la pobreza extrema debido al impacto económico del virus.
Y de acuerdo a estudios de la Revista Médica Británica The Lancet, en países de bajos y medianos ingresos, todos estos factores podrían matar a más de un millón de niños y miles de madres en los próximos seis meses.
En un artículo publicado -a manera de carta abierta- en la página de la Fundación Thomson Reuters, coincidieron en opinar, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela; Kersti Kaljulaid, presidente de la República de Estonia; la exprimera Ministra de Nueva Zelanda Helen Clark, ahora presidenta de la junta de la Asociación para la Salud Materna, del Recién Nacido y del Niño (PMNCH) y Graca Machel, fundadora de Graca Machel Trust.
En la publicación, expusieron que, el Instituto Guttmacher advirtió que Covid-19 podría tener un efecto catastrófico en la salud sexual y reproductiva en los países más pobres.
Incluso una reducción del diez por ciento en la atención podría matar a 168 mil bebés y 28 mil madres. Y conducir a tres millones de abortos inseguros.
Por lo anterior, exhortaron a todos las naciones del mundo a trabajar a nivel global y señalaron:
Ya estamos viendo personas y naciones trabajando juntas en tiempos de paz de una manera que solo hemos logrado antes en la guerra.
Covid-19 no es el gran nivelador, sino el gran amplificador de la desigualdad. Eso nos da la obligación clara de proteger a los más vulnerables y desfavorecidos, y abordar las causas profundas de la desigualdad. Debemos actuar ahora, mientras se desata la tormenta, o avergonzarnos por la cantidad de vidas barridas en nuestro reloj”.
Por lo anterior, los especialistas propusieron delinear la cooperación mundial en tres puntos:
-Establecer políticas y presupuestos nacionales para proteger los derechos humanos y promover la inclusión, la equidad y la equidad, durante esta pandemia y sus consecuencias
-Fortalecer los sistemas de salud, incluida la inmunización y la atención primaria de salud básica, para garantizar la cobertura sanitaria universal. Las mujeres y las familias, especialmente en comunidades desfavorecidas, necesitan apoyo para seguir utilizando los servicios de salud esenciales, incluidos los de salud sexual y reproductiva. Eso significa hacer las cosas de manera diferente, como trasladar temporalmente la atención de maternidad a otro lugar, tal vez a hoteles ahora vacíos.
-Para vencer esta pandemia sin aumentar de manera desastrosa la desigualdad, necesitamos muchas partes interesadas diferentes para trabajar juntas: sociedad civil, empresas, profesionales de la salud, donantes y ciudadanos comprometidos.
EXCELSIOR