La Copa del Rey se toma una pausa en las semifinales y por eso el Sevilla no está ya en la final. El ritmo frenético de eliminatorias anteriores deja ahora un impás de tres semanas hasta que se dispute el partido en el Camp Nou del Barcelona porque en semifinales hay ida y vuelta. Una vuelta en la que los de Koeman deberán remontar un 2-0 si quieren aspirar a un título que necesitan como el comer. El Sevilla hizo su partido, sin prisa, y fue mejor a la hora definir. Un gran gol de su todoterreno Kounde abría el camino y un ex como Rakitic dejaba muy tocado a los de Koeman.
A un equipo como el Barcelona se le exige jugar finales. Aunque esté en plena reconstrucción no debe perder la sana costumbre de jugarlas. La de la Supercopa la perdió cuando la tuvo ganada y ahora deberá remontar un 2-0 en la vuelta para repetir final en La Cartuja. No lo va a tener nada facil. Una vez más decidió la pegada, aunque la defensa de circunstancias del Barça también ayudó lo suyo.
Koeman, por las bajas, alineó una defensa que daba un poco de miedo al principio. Junior, cambiado de banda, era el lateral derecho mientras que Mingueza y Umtiti eran los centrales y Jordi Alba en la banda izquierda. Enfrente, un En-Nesyri enrachado y el estreno como titular del Papu Gómez eran una serie amenaza. Faltaban Ocampos y Jesús Navas, pero el once de Lopetegui era un señor equipo.