Decenas de miles de bielorrusos se manifestaron ayer en Minsk contra la reelección del presidente Alexandre Lukashenko, confrontado desde hace dos semanas a un movimiento de protesta histórico que mantiene la presión sobre su régimen.
Lukashenko, de 65 años, prometió que iba a “resolver el problema” de las manifestaciones que, según él, están instigadas desde el exterior, y puso en estado de alerta al ejército, acusando a la OTAN de maniobrar ante sus fronteras.
El Presidente, que dirige el país con mano de hierro desde hace 26 años, se mostró bajando de un helicóptero con un rifle automático en la mano cuando llegaba a su residencia.
Medios de prensa y cuentas en Telegram vinculados a la oposición calculaban más de 100 mil manifestantes en la capital bielorrusa.
Miles de personas se congregaron en el centro de la capital, Minsk, con banderas blancas y rojas, los colores de la oposición, según constataron periodistas. “Si realmente ganó las elecciones (con 80% de los votos), entonces, ¿por qué tanta gente está saliendo a las calles a manifestarse contra él?”, preguntó Ievgeni, un joven de 18 años.
HERALDO DE MÉXICO