Con un nivel de 43.9 puntos, el indicador de confianza del consumidor retrocedió 0.19 puntos en febrero, con lo cual registró su cuarta caída en los últimos cinco meses.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Banco de México (Banxico) reportaron que el retroceso en febrero obedeció a las caídas de los componentes de la situación de los hogares, en el cual, la situación presente decreció 0.59 puntos, y la situación futura lo hizo en 0.04 puntos.
También contribuyó a la caída de febrero el subindicador de situación futura del país, que retrocedió 0.29 puntos.
Estas caídas no pudieron ser compensadas con los avances de los componentes de situación actual del país (0.01 puntos) y posibilidad de comprar bienes durables (0.35 puntos).
En el comparativo anual, la confianza del consumidor fue de 4.70 puntos inferior respecto al nivel de febrero del año inmediato anterior, que fue un máximo histórico.
También se trató de la caída más pronunciada desde febrero de 2017, y acumuló tres meses de forma consecutiva en que el indicador registra declives a tasa anual.
FACTORES
Para Juan Carlos Alderete y Francisco Flores, economistas de Banorte, el retroceso de la confianza está vinculado al sentimiento político, y en particular, éste último está más relacionado con el comportamiento del componente de la situación futura del país.
En un reporte de análisis, consideraron que el retroceso en la evaluación sobre la situación presente y futura de los hogares es el reflejo de mayor inflación que se registró en el inicio de año, y también del aumento en la tasa de desempleo.
Asimismo, expresaron que, detrás del retroceso del componente de la situación futura del país, está el aumento en la percepción de inseguridad que se vive en el país.
Hacia adelante, los analistas no descartan que en los próximos meses podría haber un impacto negativo en el indicador, derivado del brote del COVID-19, aunque resultando sólo en un choque moderado y temporal. “Esta situación sería similar a la disminución observada en 2009, en medio de la pandemia del virus AH1N1”, comentaron en su reporte.
Alderete y Flores expresaron que, “en el mediano plazo, seguimos pensando que lo más probable es que la confianza caiga, posiblemente resintiendo un menor optimismo en el frente político, lo cual tendería a llevar al indicador de vuelta a un nivel más consistente con su promedio de largo plazo. En conclusión, creemos que la disminución podría ser bastante gradual, con las condiciones actuales posiblemente apoyando al consumo privado en el año, aunque recordando que su correlación histórica con el desempeño actual ha sido muy baja”.
COMPLEMENTARIOS
En su reporte, el Inegi y Banxico también muestran indicadores complementarios que ayudan a entender el comportamiento de la percepción de los hogares.
El de mayor retroceso durante febrero fue el relacionado a la posibilidad de los hogares de salir de vacaciones en los próximos doce meses, que cayó 2.5 puntos respecto a enero. A este indicador le siguieron las caídas, de 0.6 puntos cada uno, de las condiciones futuras para ahorrar, y la situación del empleo en un año.
En cambio, el de más avance fue el comportamiento de los precios, que subió 0.6 puntos.
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