La canciller alemana Angela Merkel rindió homenaje a 10 personas asesinadas por un grupo neonazi en una ciudad del este de Alemania, donde un árbol plantado en honor de la primera víctima fue destruido recientemente.
Merkel visitó el lunes un parque en Zwickau, donde se plantaron 10 árboles nuevos en memoria de las personas, en su mayoría inmigrantes asesinados por el grupo Clandestinidad Nacionalsocialista (conocido por las siglas en alemán NSU) entre 2000 y 2007.
El único miembro sobreviviente conocido de NSU fue sentenciado a cadena perpetua el año pasado.
La canciller renovó la promesa de que “haremos todo… para que esas cosas no vuelvan a suceder”.
El mes pasado, un roble que conmemoraba a la primera víctima del grupo, el vendedor de flores Enver Simsek, fue talado.
Mientras Merkel hablaba al lado del monumento el lunes, un puñado de manifestantes de extrema derecha cercanos pidieron que se fuera.
Excelsior