En México está por legislarse realizar el tamiz cardiaco a los recién nacidos en todo el país, mediante el cual se detectarán malformaciones en el corazón para aplicar el tratamiento adecuado a temprana edad, señaló el médico Pablo Sandoval, coordinador de Intervencionismo Pediátrico del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”.
Expuso que esa política pública debe verse con el cuidado que requiere realizar la prueba que permita obtener resultados positivos, considerándose las regiones geográficas porque los efectos de la altura y otros factores tienen incidencia en el organismo del recién nacido y se deben prever las condiciones específicas.
“Las cardiopatías congénitas son las malformaciones del corazón más frecuentes en el ser humano y es la segunda causa de muerte en etapa infantil en el país”, explicó Sandoval.
Por ello, añadió, se está planeando aplicar el tamiz cardiaco que consiste en usar un oxímetro del pulso en las primeras 24 horas del nacimiento por si hay alguna sospecha de que esté presente alguna afección, se atienda de manera oportuna.
El Instituto de Cardiología de la Ciudad de México tiene una ocupación de casi el 90 por ciento por pacientes pediátricos. Se reciben alrededor de seis mil pacientes anualmente, a quienes se les da consulta, y si es necesario se les realizan cirugías y cateterismo.
“El cateterismo es la primera línea del tratamiento, realizamos al día dos o tres, en todas las edades, desde el primer día de vida hasta los 65 años. La mortalidad de pacientes con cardiopatía disminuye si se atiende y corrige en etapas tempranas”, apuntó.
Durante 2018 se practicaron 368 cirugías y 800 cateterismos, detalló el médico, al explicar que los factores de riesgo de nacer con una cardiopatía aumentan cuando la madre tiene diabetes gestacional, el uso de medicamentos como antiinflamatorios durante el embarazo o infecciones maternas como la rubéola.
Por ello, apuntó Sandoval, es importante en la madre la vacuna triple viral, para evitar riesgos al producto.
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