una audiencia de cinco días en febrero, probablemente a partir del 24 de febrero, anunció un portavoz judicial en Londres.
A finales de octubre, se celebrará una vista para determinar, entre otras cosas, qué tribunal estudiará la solicitud de Estados Unidos.
Assange no estuvo presente ayer en la sala, pero siguió el procedimiento por videoconferencia desde la prisión de Belmarsh, en el sudeste de Londres, donde cumple una condena de 50 semanas por violar su libertad condicional cuando en 2012 se refugió en la embajada de Ecuador en Londres.
El australiano de 47 declaró que 175 años de mi vida están en juego
, aludiendo a la duración de la pena a la que puede ser condenado y añadió que “Wikileaks no es más que una publicación”.
Estoy preocupado por él, porque está mal
, dijo a Afp el cineasta australiano John Pilger, quien asistió a la vista. Lo visité en prisión, ha perdido mucho peso y vomitaba
, agregó.
Estados Unidos presentó 18 cargos contra Assange, quien vivió casi siete años refugiado en embajada de Ecuador en Londres donde fue detenido el 11 de abril por las autoridades británicas después que Quito le retiró el asilo concedido por el anterior presidente Rafael Correa.
Enfrenta 175 años de cárcel
Dieciséis de las 17 acusaciones de Estados Unidos contra Assange en virtud de la Ley de Espionaje se refieren a la obtención y difusión de información clasificada por Wikileaks cuando en 2010 publicó cientos de miles de documentos militares y diplomáticos clasificados. Un cargo separado concierne presuntas actividades de piratería informática. Si es condenado por todos ellos, podría ser sentenciado a hasta 175 años de cárcel.
Con gritos de ¡Sólo hay una decisión: no a la extradición!
, medio centenar de personas manifestaron su apoyo al controvertido fundador de Wikileaks a las puertas del tribunal. Enarbolaban banderolas y pancartas en las que podía leerse Liberen a Julian Assange
y Esto no es procesamiento, es persecución
.
Fuentes de la defensa del activista dijeron que su sentencia a 50 semanas de prisión, por violar la ley migratoria británica y que está cumpliendo actualmente está siendo apelada, pues su equipo legal la considera desproporcionada, según el propio marco legal del Reino Unido.
Las autoridades estadunidenses le reprochan haber puesto en peligro a algunas de sus fuentes con la publicación de documentos diplomáticos íntegros, pero se vieron, asimismo, en un grave aprieto por la divulgación de actividades de su ejército en Irak y Afganistán.
La ONG de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional pidió que las autoridades británicas no accedan a la petición de extradición porque Assange corre un riesgo real y grave de ataque a sus derechos
en Estados Unidos.
La Jornada