El impacto del ruido en la audición, la salud y la calidad de vida está totalmente demostrado por gran número de estudios científicos y médicos, y que cobran relevancia hoy, cuando se celebra como desde hace 24 años el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido.
La conmemoración, que se lleva a cabo el último miércoles del mes de abril, tiene como objetivo promover a nivel internacional el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y tomar conciencia sobre las molestias y daños que generan los ruidos.
De acuerdo con el Centro Nacional de Metrología (CENAM) de México, el ruido es considerado un agente contaminante «invisible» del mundo moderno, un producto «natural» del desarrollo tecnológico, por lo que se debe regular y controlar.
Como otros agentes contaminantes, el ruido produce efectos negativos en el ser humano, tanto fisiológicos como psicosomáticos, y constituye un grave problema medioambiental y social.
Cuando el ser humano se somete a una constante contaminación auditiva, el cuerpo puede desarrollar daños físicos y psicológicos, como la pérdida de la audición, irritación, pérdida del sueño, estrés, baja concentración laboral y alteración sanguínea.
En su informe sobre la sordera y pérdida de audición, dado a concer el 15 de marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el ruido -sonido que sobrepasa los 65 decibelios- es una de las causas de la sordera adquirida, que puede ocurrir a cualquier edad.
Este tipo de sordera o pérdida de audición se produce cuando las personas están expuestas al ruido excesivo como en los lugares de trabajo en los que emplea maquinaria ruidosa o se producen explosiones.
La OMS también mencionó la exposición a sonidos muy elevados durante actividades recreativas, como el uso de aparatos de audio personales a un volumen elevado durante períodos prolongados de tiempo, o en bares, discotecas, conciertos y acontecimientos deportivos.
Incluso en los hogares es común escuchar la radio, la música o la televisión a todo volumen.
Unos mil 100 millones de jóvenes (entre 12 y 35 años de edad) están en riesgo de padecer pérdida de audición por su exposición al ruido en contextos recreativos, advirtió la OMS.
El Centro Nacional de Metrología ha señalado que la pérdida permanente de la audición se produce por una exposición prolongada a ruidos fuertes -por arriba de los 80 decibelios-, como el que produce una perforadora eléctrica; o por una exposición de corto tiempo a un ruido muy fuerte -superior a los 110 decibelios-, como el que produce un avión que despega.
Una persona que ha perdido la audición puede presentar problemas de comunicación, lo que puede generar sensación de soledad, aislamiento y frustración, sobre todo en las personas mayores, de acuerdo con el reporte de la OMS.
Agregó que entre los adultos con pérdida de audición la tasa de desempleo es mucho más alta. Una gran proporción de los que tienen empleo ocupan puestos de categoría inferior en relación con la fuerza de trabajo en general.
Uno de los objetivos de la efeméride es crear conciencia de que la lucha contra el ruido es una acción individual y colectiva, que precisa de la colaboración ciudadana, así como de una implicación decidida y eficaz de las administraciones competentes, con una legislación y normativas adecuadas, según la CENAM.
La OMS ha propuesto reducir la exposición a ruidos fuertes (tanto en el trabajo como en las actividades recreativas) mediante la sensibilización de la población sobre los riesgos que acarrean; promulgar y aplicar legislaciones apropiadas.
Así como fomentar la utilización de dispositivos de protección personal como los tapones para oídos y los audífonos y auriculares que amortiguan el ruido ambiental.
También recomienda aplicar la Norma mundial de la Organización Mundial de la Salud y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (OMS-UIT) para los dispositivos y sistemas de audio, cosa que pueden hacer los gobiernos y los fabricantes de teléfonos inteligentes y reproductores MP3.
También pide informar a los jóvenes y al resto de la población sobre la pérdida de audición y su etiología, prevención y detección.
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