El 2019 será para Alemania un año político decisivo e incluso turbulento, con cuatro comicios regionales y unas elecciones europeas que definirán al sucesor de Angela Merkel como canciller.
Las citas electorales podrán a prueba a la recién electa sucesora de Merkel al frente de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer.
“Será un año repleto de suspenso. Mucho depende de si la coalición de gobierno liderada por Merkel es capaz de encontrar un modo de trabajo constructivo con las elecciones europeas de fondo y, especialmente, con las tres elecciones a celebrar en el este del país, que podrán alterar el proceso”, dijo Thorsten Faas, politólogo en la Universidad Libre de Berlín.
El pasado mes de octubre, Merkel se comprometió a permanecer en el cargo hasta las elecciones de 2021 para permitir una transferencia ordenada del poder después de anunciar su renuncia como jefe del partido.
Tras asegurarse el primer puesto en una disputada carrera el pasado mes de diciembre, Kramp-Karrenbauer (a quien bautizaron con el apodo Merkel bis), de 56 años, dio un gran salto para suceder a la canciller y liderar la campaña del partido en las próximas elecciones, en 2021.
“Kramp-Karrenbauer ha logrado en poco tiempo un índice de aprobación similar al de Angela Merkel”, agregó Manfred Guellner, que lidera el instituto demográfico Forsa.
El calendario electoral inicia el 26 de mayo, con elecciones europeas y locales en el estado de Bremen.
El 1 de septiembre hay comicios en Brandeburgo y en Sajonia. Y el 27 de octubre, en el estado de Turingia.
El enemigo ultraderechista
En un voto directo del electorado sobre cancilleres, Kramp-Karrenbauer ganaría por una amplia mayoría a cualquier otro posible rival del otro gran partido alemán, el centro-izquierdista Partido Social Demócrata (SPD), según Forsa.
Sin embargo, las encuestas también señalan que el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD)podría lograr grandes avances en los comicios de este año.
La AfD podría convertirse en el partido más votado en dos parlamentos regionales, Brandeburgo y Sajonia, lo que conmocionaría el panorama político del país.
“Soy optimista”, afirmó Joerg Urban, quien lidera la AfD en Sajonia, estado que celebrará elecciones el próximo mes de septiembre.
Faas asegura que unos buenos resultados del AfD en los comicios podrían llevar a Merkel a delegar mayores responsabilidades en Kramp-Karrenbauer, la nueva líder de la CDU, considerada como la continuidad de la posición política centrista de la canciller, para reforzar su posición.
Y es que si la AfD consigue buenos resultados, podría renovarse la presión de los miembros del ala derecha de la CDU para que el partido considere a un candidato más conservador para el puesto de canciller, entre ellos Friedrich Merz, a quien Kramp-Karrenbauer derrotó por un estrecho margen en la batalla por el primer puesto del partido.
Alianza
Pero es posible que el futuro de Merkel no sea decidido por intrigas internas sino por el SPD.
Hace menos de un año, el Partido Social Demócrata accedió a formar una nueva coalición liderada por Merkel, la tercera Gran Coalición, después de sufrir una humillante derrota en las elecciones nacionales de septiembre de 2017.
Pero en lugar de la renovación política prometida por la nueva líder del SPD, Andreas Nahles, el partido parece haberse debilitado aún más.
Una encuesta de Forsa, publicada recientemente, muestra que el apoyo nacional a los socialdemócratas se redujo al 15 por ciento frente al 20.5 por ciento con el que contaba en las votaciones de 2017.
Esto aumenta el riesgo de que los miembros del SPD decidan abandonar la alianza con el bloque conservador de Merkel cuando se celebre la conferencia especial del partido programada para finales de año para evaluar el estado de la coalición.
El colapso de la coalición liderada por el CDU con el SPD podría marcar el final de la “era Merkel” y provocar el adelanto de elecciones.
En cuanto a las perspectivas electorales del partido socialdemócrata en 2019, no son especialmente halagüeñas: cuenta con sólo un ocho por ciento de apoyo en los estados orientales en los que se celebrarán comicios.
Entretanto, el apoyo del AfD en la región se sitúa en el 25 por ciento, según el politólogo de Dresde, Hans Vorlaender.
En este año electoral, Merkel podría decidir el panorama con el que quiere despedirse luego de ser, desde noviembre de 2005, la mujer más poderosa de la Unión Europea.
Fuente: Excelsior