Consagran Parrandas de Cuba como Patrimonio de la Humanidad

Las Parrandas de Cuba, fiestas populares que se celebran en la región central de la isla, fueron consagradas este miércoles Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, anunció la organización.

La decisión fue tomada por el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que sesiona del 26 de noviembre al 1 de diciembre en Port-Louis, Mauricio.

«¡Vivimos con especial emoción la inscripción de las Parrandas!», declaró la jefa de la delegación cubana, quien recalcó que estas festividades «promueven la identidad cultural de los pueblos de la región central de Cuba».

Las Parrandas se celebran en 18 municipios del centro de Cuba. Entre ellas las más sonadas son las de Remedios, consideradas por expertos locales como la fiesta más antigua de la isla, Camajuaní, Zulueta y Caibarién.

Su origen se remonta a 1820 cuando un joven sacerdote de Remedios, Francisco Vigil de Quiñones, convocó a un grupo de niños para hacer tanto ruido como pudieran con el objetivo de atraer a las Misas de Aguinaldo a los pobladores que preferían quedarse en sus casas en las frías madrugadas de finales de año en la isla.

Las Parrandas, que son similares pero no coinciden en fecha, dividen a cada pueblo en dos bandos que compiten en su destreza en el diseño y fabricación de carrozas, disfraces, trabajos de plaza (enormes figuras decorativas) y cohetes artesanales, en una competencia que no tiene otro juez o jurado que el pueblo.

«Si la iglesia parroquial San Juan Bautista es nuestro mayor orgullo, la Parranda es el alma de Remedios», dice Roaidi Cartaya, un diseñador de carrozas de 45 años.

En Remedios rivalizan los Sansaríes del barrio de San Salvador, que usan los colores rojo y azul y tienen como símbolo al gallo, con los Carmelitas del barrio de El Carmen, que se identifican por el color marrón y tienen el globo como emblema.

Orgullosos de una tradición que atrae cada año a miles de turistas extranjeros, los habitantes de estos pueblos pasan buena parte del año construyendo toda la parafernalia que adorna el festín, en el más estricto secreto, con escasos recursos pero derroche de ingenio.

En Remedios, el secreto solo se revela en la tarde del 24 de diciembre, cuando los contrincantes se encuentran en la plaza principal del pueblo para «El Saludo», ceremonia que marca el inicio de la Parranda bajo una andanada de fuegos artificiales.

A partir de ese momento, los rivales despliegan en la plaza todo su arsenal: desfiles de bailes, grandes y coloridas carrozas, y monumentales figuras decorativas con juegos de luces, en una fiesta desbordada de ron y cerveza que se extiende hasta el amanecer.

Además de las Parrandas, Cuba cuenta con tres elementos en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial: el punto cubano o punto guajiro, la rumba y la tumba francesa.

 

Fuente: La Jornada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *