Las entidades federativas no aprovechan sus facultades legales para elevar sus ingresos propios a fin de hacer frente a las recientes presiones del servicio de la deuda.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que de 23 impuestos que los estados están facultados a cobrar, sólo aplican siete en promedio, es decir que sólo aprovechan 32% de los tributos a los cuales pueden recurrir para financiar sus crecientes gastos.
Esta llamada “pereza fiscal” ha ocasionado que el cobro de impuestos represente 4.5% de los ingresos totales de las entidades, siendo los estados dependientes de las transferencias de la Federación, que aporta más del 80% de sus ingresos.
Chihuahua cobra 12 impuestos, Nayarit con 11, y Baja California, Guerrero, Sonora y Yucatán con 10 cada uno, son los que mejor hacen uso de sus facultades tributarias; en tanto que Puebla con 3, y Querétaro, Nuevo León, Michoacán, Estado de México, Chiapas y Baja California Sur con cinco cada uno, son los que menos cobran.
Entre los impuestos más aprovechados son el de nómina que cobran las 32 entidades, federativas, el de rifas y sorteos (31 estados), el de hospedaje (30 estados) y la tenencia vehicular que cobran 25 estados.
Mientrás que los gravámenes menos aprovechados por los gobiernos estatales son la compra de inmuebles, el comercio de libros y revistas, y las actividades industriales, ya que sólo una entidad cobra cada uno de ellos.
COSTO POLÍTICO
Organizaciones que estudian las finanzas estatales coinciden en que las entidades federativas no ejercen a cabalidad sus facultades tributarias porque no quieren “pagar el costo político” de cobrar más impuestos.
La consultora Aregional explica que el mismo diseño del federalismo fiscal mexicano establece que los estados ceden a la Federación el cobro de los impuestos más importantes, como el IVA, el ISR o el IEPS. A cambio, el gobierno federal se compromete a devolver les recursos vía transferencias y dejarles el cobro de impuestos menores.
Sostiene que ante esta situación, el costo, para muchos estados, de cobrar gravámenes es mayor que la recaudación, razón por la que prefieren depender de las transferencias federales, garantizadas por ley.
FALTA VOLUNTAD
Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) ha expresado en sus índices de transparencia estatal que a las entidades les ha faltado voluntad para elevar sus ingresos propios, y prueba de ello es el desaprovechamiento de la tenencia vehicular, que tienen derecho a cobrar desde 2012.
El Imco afirma que la tenencia es un impuesto “altamente recaudatorio, fácil de cobrar y con efectos favorables en el medio ambiente y la salud pública” y sin embargo, la mayoría de los estados prefieren subsidiarla.
DESARROLLO
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) establece que para aumentar la recaudación local, es necesario que los estados eleven su crecimiento económico, pues en la medida en que sean más prósperos, aumenta la base gravable de la que pueden obtener recursos.
El CIEP cita el caso de Nuevo León, que pese a que cobra sólo 5 de 23 impuestos, éstos recaudan 8.3% de sus ingresos totales; en cambio Guerrero, que cobra 10 gravámenes, alcanza a recaudar sólo 2.3% de sus ingresos estatales totales.
Fuente: Excelsior