«Tu eres mi mamita rica y apretadita», cantaba Edgardo Franco, conocido como El General, en la década de los años 90 sin saber que ese ritmo se convertiría en lo que es hoy el reguetón, un género musical latino urbano que ha puesto a bailar a millones en el mundo.
Sin embargo, el ritmo, con el que hizo 17 producciones musicales y ganó seis premios Billboard, 32 discos de oro y 17 de platino, es el mismo que hoy lo avergüenza.
«Es de satanás», dijo en la última entrevista que dio el año pasado El General, quien cosechó millones de dólares con éxitos como «Tu pum, pum», «Muévelo» y «Te ves buena».
«Escuché a las malas compañías y ellas me halaron como un anzuelo», agregó el panameño nacido el 27 de septiembre de 1969 en un humilde poblado del distrito de Ciudad de Panamá, a donde regresó tras su retiro en 2004 para predicar «la palabra de Dios».
El templo de los Testigos de Jehová a donde iba desde pequeño lo «rescató de una adicción a los aplausos» que, según él, le trajo «excesos y una adicción al juego y al alcohol» que no repetiría.
En un video producido por el canal de los Testigos de Jehová, El General, que ya no tiene ningún contacto con la vida pública ni las redes sociales, contó las razones por las que dejó la música y lo mucho que se arrepiente de haber tomado ese camino.
Fuente: La Jornada