Enigmática, extrovertida, divertida, traviesa y sui generis, así luce en el escenario Angélique, cantante de origen francés, quien entre cada tema cuenta su experiencia como extranjera mulata y sobre el racismo que enfrenta con natural desenfado en el Distrito Federal de principios de la segunda mitad del siglo XX.
Ambientada en un bar capitalino, en 1959, la obra Angélique,protagonizada por Muriel Ricard, aborda la idiosincrasia del país y el racismo, pero de manera chusca
para hacer un recuento sobre sus raíces, su perspectiva como migrante, su mirada de turista y la forma de enfrentar la vida.
Fuente: La Jornada